martes, 3 de noviembre de 2015

GARBANZOS SALTEADOS CON ATÚN, ESPINACAS Y HUEVO COCIDO

¡Estar a dieta no es tan grave! ¿Verdad, Clara? Se puede seguir disfrutando de buenas comidas sin renunciar al sabor. Es el caso que os presento hoy. Unos garbanzos bien combinados nos han permitido disfrutar de una deliciosa cena. ¡Sencillamente rica!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Garbanzos cocidos   /   Un lata de achoas   /   Espinacas frescas   /   Una lata de atún   /   Huevo cocido   /   Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Echamos una cucharada de aceite en una sartén que ponemos a fuego suave. Picamos las anchoas de una lata pequeña y las incorporamos a la sartén. Las anchoas, a la que se le concentrará la salinidad en la sartén, serán nuestro sazonador. En cuando las removamos un poco, añadimos el atún desmenuzado y luego los garbanzos cocidos. Salteamos bien dándole unas vueltas. A continuación, sumamos unos buenos puñados de espinacas que dejaremos que se suman lo justo. En cuanto estén, servimos inmediatamente, calentitos, y sobre ellos picamos huevo cocido.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Este es un plato que conviene comerlo calentito, así que no os queda más que servirlo en platos hondos con su huevecito picado. Muy rico, pues, sin más sazón que unas anchoas, el sabor es exquisito.


¡Ñam, ñam!


lunes, 19 de octubre de 2015

MERLUZA A LA CAZUELA

Las cazuelas de barro son unos recipientes muy útiles en esta época del año, y si son individuales, mejor, pues nos ayudan a darle un toque personalizado a nuestro platos, además de servirnos de medida, para no sobrepasarnos a la hora de comer. ¡Hay que disfrutar la comida, no comer sin disfrutar! Ya las había utilizado cuando preparé la piperrada con su huevo gratinado y, como tenía unas rodajas de merluza en la nevera, aprovecho la ocasión para preparar una deliciosa merluza a la cazuela.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Rodajas de merluza   /   Sal   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Ajo   /   Cebolla   /   Agua   /   Guisantes   /   Tacos de jamón serrano   /   Berberechos en conserva   /   Pimiento de piquillo en conserva   /   Espárragos blancos en conserva   /   Perejil   /   Vino blanco   /   Caldo de pescado o agua caliente   /   Harina de trigo

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Sazonamos la o las rodajas de merluza con un poco de sal y reservamos en la nevera. 

Las cazuelas que he empleado son compatibles con vitrocerámica y en ellas he preparado el sofrito con unas gotas de aceite y un diente de ajo y media cebolla picaditos. Mientras sofreímos, ponemos a hervir agua con unos taquitos de jamón serrano. En cuanto hiervan durante 3 o 4 minutos, añadimos los guisantes y dejamos cocer otros 3 minutos. Sacamos los guisantes y el jamón a un escurridor y refrescamos con agua fría para que conserven su color. Reservamos.

Volviendo a nuestro sofrito. Sacamos la merluza de la nevera y la enharinamos y la incorporamos a la cazuela. Añadimos un poco de vino blanco y también de caldo de pescado o agua caliente. Dejamos cocinar a fuego suave y damos la vuelta al pescado. Añadimos, a continuación unos berberechos sin cáscara y los guisantes con el jamón. Picamos un pimiento de piquillo en daditos y también lo añadimos cuando le falte un minuto para retirar del fuego. En ese momento, decoramos con unos espárragos blancos en conserva y tapamos para que se mantenga todo calentito. 

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

En cuanto levantemos la tapa será el momento de espolvorear nuestra merluza a la cazuela con un poco de perejil picado. Le dará un toque de frescor y color. ¡Ya podéis atacar! 

Podéis cocinar este plato en cazuelas individuales, en otra más grande que abarque más rodajas o, si no disponéis de cazuela, en una sartén o si no en una fuente en el horno. ¡Será por recipientes!


¡Nam, ñam!


miércoles, 14 de octubre de 2015

PIZZA VEGETAL DE HORTALIZAS Y GAMBONES

Hoy toca pizza. Aunque por lo general la masa de pizza no suele llevar huevo, yo se lo he puesto para hacerla un poquito más jugosa. El relleno ha sido sencillo, sólo he tenido que abrir la despensa y ver todos los ingredientes vegetales que tenía a mano: cebolla, calabacín, zanahoria, tomate. Lo demás, os lo desvelo inmediatamente.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Harina de trigo   /   Levadura fresca de panadería   /   Sal   /   Agua templada   /   Huevo   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Tomate   /   Cebolla   /   Calabacín   /   Zanahoria   /   Gambones crudos   /   Queso en lonchas   /   Orégano

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

En un cuenco amplio o sobre una mesa de mármol, ponemos sobre 400 gramos de harina tamizada formando un volcán. En medio hacemos un hueco en el que echamos un huevo, un chorro de aceite, una pizca de sal. Comenzamos a batir el huevo con un tenedor y vamos comiéndole harina a las paredes del hueco. Cuando se haya empezado a formar una masilla, añadimos el agua (tres cuartos de un vaso) con un dado de levadura fresca disuelto en ella. Seguimos batiendo hasta que incorporemos toda la harina. Si vemos que el tenedor es insuficiente, lo dejamos de lado y 'atacamos' con las manos. Empezamos a amasar bien durante un mínimo de 10 minutos. Si necesitamos más harina, espolvoreamos más. Así nos deberá quedar una masa bien mezclada y blandita que dejaremos reposar tapada con un paño humedecido hasta que haya aumentado su volumen por efecto de la levadura.

Mientras, pelamos y picamos una cebolla. Pelamos también una zanahoria y cortamos en bastoncillos. Lavamos y cortamos en rodajas finas un calabacín. Pelamos unos tomates.

Por otra parte, quitamos las cabezas a los gambones crudos y pelamos las colas, que partiremos a la mitad todo a lo largo, aprovechando para quitarles las tripillas (esos hilos negros).

Salteamos, con unas arenas de sal, por separado todos los ingredientes vegetales exceptuando el tomate y lo reservamos para comenzar a situar los ingredientes sobre nuestra masa de pizza. Para ello, cogemos la masa, de damos unos nuevos meneos y comenzamos a extenderla formando la figura que queramos (yo he optado por la forma rectangular, en función de la bandeja de mi horno). Colocamos la masa sobre un papel de vegetal y ambos sobre la bandeja o rejilla del horno. Sobre ella colocamos, por este orden, lo que sigue: rodajas de tomate finas, cebolla, zanahoria, calabacín (estos tres, ya salteados, claro), las mitades de colas de gambones y unas tiras anchas de queso. Espolvoreamos con orégano y al horno, que tendremos encendido con antelación a 180º por arriba y por abajo. Esperamos alrededor de 25 minutos o hasta que veamos que la masa ya ha cogido color y el queso se ha derretido.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Sacamos nuestra pizza del horno y la cortamos en trozos cuadrados más o menos grandes según como queramos degustarla o que se deguste. ¡Sencillamente, deliciosa y sana! ¡Animaos!

¡Ñam, ñam!

jueves, 8 de octubre de 2015

PIQUILLOS RELLENOS DE CONEJO Y CHAMPIÑONES

Me ha sobrado un poco de conejo al horno y no quise desaprovecharlo. Por eso, con unos pocos ingredientes más he elaborado unos ricos pimientos de piquillo rellenos que fueron valorados muy mucho por mi jurado gastronómico particular (en casa): Susana. Si queréis ser jurado, tenéis que llamar al... Mejor, probad, y luego ya me diréis.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Conejo asado   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Ajo   /   Cebolla   /   Pimiento verde tipo italiano   /   Champiñones (valen en conserva)   /   Tomillo   /   Nuez moscada   /   Pimentos de piquillo en conserva   /   Harina de trigo fina   /   Leche desnatada   /   Orégano   /   Queso de cabra tierno en medallones

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Comenzaremos  deshuesando las piezas de conejo asado que tengamos, quedándonos con la carne, claro está. La picamos con un cuchillo lo mejor que podamos y reservamos (mejor hacerlo a mano, porque si lo trituramos con ayuda mecánica va a quedar un conejo en polvo, y eso no es lo que queremos). Reservamos en un bol.

Pelamos y picamos un par de dientes de ajo y una cebolla mediana. La ponemos a sofreír en una sartén antiadherente con unas gotas de aceite. Mientras, lavamos, quitamos la semilla y picamos también el pimiento. Lo incorporamos a la sartén y salamos un poco. Cuando esté todo bastante pochado, añadimos el conejo y unos champiñones (nos valen en lata) también picados. Removemos, añadimos un poco de tomillo seco y volvemos a remover. Apagamos la sartén y echamos en el bol. ¡Ya tenemos el relleno!

Ahora, cogemos nuestros pimientos de piquillo en conserva y según los vamos quitando de su envase les quitamos los restos de piel quemada, les vaciamos los restos de semilla que tengan en su interior y los dejamos escurrir unos minutos. Una vez escurridos, los rellenamos con ayuda de una cucharilla de café y nuestro dedo pulgar. Los colocamos en una fuente que pueda ir al horno de la mejor manera.

En la sartén donde hemos preparado nuestro relleno, añadimos unas gotas de aceite, dejamos calentar un poco y añadimos un cucharada de harina tamizada, removemos e inmediatamente, añadimos un chorro de leche. Removemos haciendo círculos con una cuchara o espátula de madera y veremos como va a ir espesando. Si todavía hay grumos, añadimos otro chorro de leche hasta que tengamos nuestra bechamel con la densidad que queremos (como una cremita). Antes de terminarla la aderezaremos con un poco de nuez moscada. Una vez terminada, vertemos la bechamel sobre los pimientos, sin que queden totalmente tapados. Sobre la bechamel espolvoreamos un poco de orégano.

Por último, encendemos el horno en la función de gratinado y le damos un golpe de calor a nuestro plato, justo hasta el momento en que la bechamel comience a dorarse (un par de minutos como mucho).

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

La presentación luce más de forma colectiva, esto es, con todos los pimientos en una bandeja con su bechamel por encima. Si queréis, podéis hacer raciones de tres o cuatro pimientos en platos o cazuelas. El sabor va a ser el mismo, así que vosotros elegís. ¿No olvidéis un buen vinito para acompañar!


¡Ñam, ñam!


martes, 6 de octubre de 2015

CANELÓN DE FIAMBRE DE PAVO RELLENO DE QUESO Y POLLO

¿Cómo sacarle rendimiento a unas tristes lonchas de pechuga de pavo? ¿Cómo aprovechar unos restos de pollo asado a la parrilla? ¿Cómo disfrutar de una cena vistosa, sana y sabrosa? ¡No más preguntas! ¿La respuesta...? A continuación.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Pimiento verde tipo italiano   /   Pechuga de pollo asada a la parrilla   /   Cebolleta   /   Zanahoria   /   Aceitunas verdes rellenas de anchoa   /   Queso fresco de cabra   /   Queso en porciones bajo en grasa   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Fiambre de pechuga de pavo en lonchas   /   Un sobre de Ketchup   /   Un sobre de mayonesa   /   Reducción de vinagre de Módena   /   Papel film

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Picamos la carne de la pechuga de pollo con un cuchillo lo máximo que podamos. La echamos en un bol donde mezclaremos todos los ingredientes de nuestro relleno: pimiento verde, cebolleta, zanahoria y aceitunas verdes muy picaditos, en pequeños daditos. Mezclamos bien. Añadimos tres medallones de queso fresco de cabra y varios quesos en porciones bajos en grasa. Mezclamos bien con el resto de ingredientes con la ayuda de un tenedor y un chorro de aceite. Nos quedará una mezcla donde el color blanco del queso se verá salpicado por el colorido de los restantes ingredientes. Reservamos.

Extendemos el papel film sobre una tabla de cortar y en ella colocamos varias lonchas de fiambre de pechuga de pavo superpuestas (cuatro son suficientes). Colocamos varias cucharadas del relleno todo a lo largo hacia un extremo y, con ayuda del papel film, comenzamos a enrollar nuestro canelón. Cuando lo tengamos enrollado, sellamos con el papel film y lo dejamos reposar en la nevera una hora.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Sacamos nuestro canelón de la nevera y le quitamos el papel film. Para que quede más bonito, de manera que se perciba en relleno, le cortamos los extremos con un cuchillo al que le habremos humedecido el filo para que los cortes sean limpios. Situamos nuestra pieza en una fuente o plato alargado y decoramos con unas gotas de mayonesa y de ketchup. Finalmente, le damos un último toque con reducción de vinagre de Módena.

Podemos servirlo así (para cada comensal) o partilo en trozos del tamaño de un bocado (para servir como pinchos). Vosotros tenéis la penúltima palabra. Yo, última:


¡Ñam, ñam!

lunes, 5 de octubre de 2015

MILHOJA DE TOMATE PERA Y PATATA AL PESTO

¿Os gusta hacer equilibrios con la comida? Pues aquí tenéis una buena oportunidad para que hagáis una pequeña torre de patata y tomate, que adornaréis con otros ingredientes que le dará colorido y sabor. Es una especie de ensalada o ensaladilla presentada de forma muy especial. ¡Acción!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Tomate pera   /   Patata   /   Pesto verde  /   Atún   /   Aceitunas verdes rellenas de anchoa   /   Pimiento verde tipo italiano   /   Zanahoria   /   Agua   /   Sal   /   Laurel

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Comenzamos pelando unas patatas que tengan un diámetro semejante al de los tomates que vayamos a emplear (aunque yo he utilizado la variedad tipo pera, pueden emplearse otras variedades). Las ponemos a cocer en una olla que permita que las cubra el agua, con un poquito de sal y una hoja de laurel (podríamos cocerlas con piel, una vez bien lavadas, pero yo prefiero hacerlo sin ella). Cuando estén cocidas, las dejamos enfriar a temperatura ambiente.

Pelamos los tomates y los reservamos. A continuación, picamos muy picadito, un trozo de pimiento y otro de zanahoria (en minúsculos daditos). Abrimos una lata de aceitunas rellenas de anchoa y las partimos por la mitad. Reservamos. Abrimos luego una lata de buen atún y le escurrimos lo escurrimos bien. 

Por último, revisamos nuestro pesto y si lo queremos suavizar le añadimos un poco de aceite.

Llegó el momento de la construcción del plato: cortamos los tomates y las patatas de medallones de un dedo de grueso e intercalamos nuestras piezas formando unas 'edificaciones' bicolores, de modo que no se nos caigan. En el último piso de nuestras milhojas, que será plano, incorporamos unos pedacitos de atún. Sobre nuestras construcciones culinarias salpicamos salsa pesto.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

En un plato o fuente plana habremos colocado nuestra milhoja coronada por atún y pesto. En la base y alrededor de ella, pondremos otros pedacitos de atún, además de zanahoria, pimiento y aceitunas. Todo ello también podremos salpicarlo con pesto. Un resultado muy visual y muy sabroso.


¡Ñam, ñam!


viernes, 2 de octubre de 2015

HUEVO GRATINADO SOBRE PIPERRADA CON CECINA

Una piperrada es una receta típica del País Vasco en la que se cocinan a fuego lento, en una sartén, olla o cazuela, una serie de hortalizas entre las que la protagonista es el pimiento. Se suele utilizar como guarnición, pero yo hoy os la traigo combinada con un huevo y cecina. ¡Os vais a chupar los dedos!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Pimiento rojo   /   Pimiento verde   /   Tomate   /   Ajo   /   Cebolla   /   Sal   /   Azúcar   /   Aceite de oliva virgen   /   Pimienta negra molida   /   Huevo   /   Cecina ahumada   /   Perejil

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

En esta receta es importante tener paciencia, pues tendréis que pelar los pimientos y quitarles las semillas. Así, con ayuda de un pelador o de un cuchillo muy afilado, pelamos dos pimientos verdes y dos rojos. Una vez pelados, los cortamos en tacos no muy pequeños (no menos de 4 cm.). Hacemos lo mismo con un buen tomate. Reservamos.

Pelamos dos dientes de ajo y también una cebolla tierna y lo cortamos todo en juliana.

Ponemos a fuego suave una sartén con una cucharada de aceite y ponemos a dorar el ajo. En cuanto éste coja color, añadimos la cebolla. Cuando se pochen un poco, añadimos el pimiento verde primero (lo pochamos unos cinco minutos) y luego el rojo. Salpimentamos y dejamos que se hagan muy lentamente (si vemos que se nos pega añadimos unas cucharadas de agua o vino blanco). Por último, incorporamos el tomate y que se vaya cocinando hasta que se vaya haciendo salsa. Añadimos un poquito de azúcar y dejamos que se cocine hasta que el agua del tomate se haya reducido más de la mitad. En ese momento, apartamos la sartén y ya tendremos nuestra piperrada lista.

Mientras encendemos el horno en la función de gratinar, volcamos nuestra piperrada en una o varias cazuelas y en el centro de las mismas echamos un huevo por comensal. Introducimos en el horno hasta que veamos que la clara cuaja. Retiramos del horno y sólo habrá que incorporar unas lacas de cecina ahumada y un poco de perejil picado.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Las cazuelas de barro son ideales para este tipo de plato, pues aguantan su contenido calentito y permiten un mayor disfrute del mismo. Aunque hemos colocado las lascas cecina alrededor del huevo, se podrían picar más y espolvorear encima de éste. En caso de no tener cecina, bienvenido es el jamón curado.

¡Ñam, ñam!

martes, 29 de septiembre de 2015

ENSALADA TEMPLADA DE VERDURAS CON POLLO

El otoño acaba de empezar y todavía estamos con el paladar acostumbrado a platos fríos, pero anhelante de otros calentitos. Por eso, os ofrezco aquí una alternativa intermedia, un plato templado que os saciará en vuestras cenas.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Brécol   /   Judías plantas   /   Zanahoria   /   Tomatitos cherry   /   Filetes de pollo a la plancha   /   Ajo   /   Aceite de oliva virgen   /   Sal   /   Agua   /   Vinagre (opcional)

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Comenzamos pelando la zanahoria y cortándola en trozos de un centímetro de grosor. Lavamos las judías, les cortamos las puntas y tratamos de eliminarles los hilillos laterales si los tienen. Las cortamos en trozos de cuatro o cinco centímetros.

Ponemos a cocer la zanahoria y las judías, en una olla con agua, sal y par de dientes de ajo sin pelar. Cuando esté a medio cocer, añadimos unos ramilletes de brécol y completamos la cocción. Una vez cocido, volcamos en un escurridor bajo agua fría. Reservamos.

Lavamos bien los tomatitos y los cortamos a la mitad o en cuartos. Troceamos los filetes de pollo que estarán cocinados a la plancha. Pelamos los ajos cocidos y los troceamos también.

En una sartén con unas gotas de aceite, salteamos las verduras con los tomatitos y el pollo. Corregimos de sal. ¡Listo!

PRESENTACIÓN       /      PARA LA FOTO

Servimos nuestra ensalada recién sacada de la sartén y la aliñamos con un poco más de aceite y un chorrito de vinagre. Es una receta sencilla y sana, que para la cena es ideal.

¡Ñam, ñam!

viernes, 25 de septiembre de 2015

TOSTA DE QUESO AZUL Y MERMELADA DE TOMATE

Una vez que hayáis elaboradora la mermelada de tomate, sólo se os tiene que ocurrir con qué combinarla. Parece sencillo, pero a veces no resulta fácil encontrar con qué asociarla. Tenéis que pensar que las mermeladas son dulces y será necesario encontrar un elemento de contraste. Yo os propongo un queso azul, caracterizado por su sabor fuerte, entre lo salado y un leve toque amargo, que podemos rebajar con un poco de aceite de oliva virgen extra.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Mermelada de tomate   /   Queso azul   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Tostas de pan   /   Nueces peladas

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Comenzamos con la mezcla de queso azul y aceite de oliva. El queso azul que he empleado es de cuña, le he añadido un chorro de aceite y lo he pisado con un tenedor. Queda grumoso, que es la textura que queremos.

Preparamos las tostas (las podéis comprar ya preparadas) y las untamos primero con mermelada de tomate y luego encima añadimos nuestra mezcla de queso azul y aceite. Coronamos con un par de nueces peladas.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

A esta elaboración sencilla le corresponde también una presentación sencilla. Elaboramos varias tostas y las presentamos en una bandeja o fuente para que quien quiera coja su ración. El contraste es interesante, ¿verdad?


¡Ñam, ñam!

jueves, 24 de septiembre de 2015

MERMELADA DE TOMATE

Preparar mermeladas o confituras es una de las manera que existen de conservación de frutas y ciertas hortalizas. Las conservas es lo bueno que tienen, que las puedes preparar y almacenar en casa con productos naturales o ecológicos, sin conservantes ni colorantes. Al hablar de mermeladas os vendrán a la cabeza diversas frutas, no obstante, la que hoy os propongo es la elaborada, nada más y nada menos, que tomate. ¡Veamos como elaborarla!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Tomates (mejor tipo pera)   /   Azúcar   /   Agua

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Comenzamos pelando los tomates. ¿Cómo? La mejor manera es poner una olla con agua al fuego y en cuanto hierva la apagamos. Introducimos en ella los tomates haciéndoles un corte en cruz en la base. Los tenemos unos no más de un minuto y los sacamos a un bol con agua fría. Veremos como le sale la piel fácilmente.

Una vez quitada la piel, los cortamos en trozos intentando eliminar las semillas (si se cuela alguna, que es lo más probable, no os preocupéis, le dará un toque identificativo a la mermelada) y los introducimos dentro de una olla. Dependiendo de la cantidad de tomates (8 más o menos, es lo que yo he empleado), emplearemos la cantidad de azúcar, que será la mitad en cuanto al peso de los tomates. Rociamos, entonces los tomates con el azúcar e introducimos la olla en la nevera hasta el día siguiente.

Al día siguiente, veremos con los tomates han soltado mucha agua. Podemos eliminar una poca y luego ponemos a fuego medio la olla, dejando que los tomates se vayan cocinando hasta alcanzar cierto espesor. Los machacamos un poco con un tenedor y removemos para que no se nos peguen (si vemos que es así, añadimos un poco de agua de la que habíamos descartado).

Probamos del dulzor y si hace falta añadimos un poquito más de azúcar, aunque no creo que sea necesario. Retiramos del fuego y dejamos enfriar cuando veamos que la textura es la adecuada (hay que tener en cuenta que la enfriar, aún va a espesar un poco más). 

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Introducimos nuestra confitura en un tarro de cristal y la guardamos en la nevera. Podremos disfrutar de ella un máximo de dos semanas. Si queréis envasarla al vacío tendréis que hervir el tarro en agua.

Ahora sólo falta que la degustéis sola o combinada con algún otro ingrediente. 


¡Ñam, ñam!

miércoles, 23 de septiembre de 2015

TAPENADE O PASTA DE ACEITUNAS NEGRAS

La tapenade es una pasta de origen provenzal y recomendable para quienes os gusten las mezclas untables. Sus ingredientes definidores son las aceitunas y las alcaparras (de cuya palabra en provenzal tapena procede su nombre). Nosotros hoy os la presentamos con aceitunas negras, pero también se puede preparar con aceitunas verdes. ¡Ya veréis que rico bocado!

INGREDIENTES       /       MATERIA PRIMA

Albahaca fresca   /   Ajo   /   Alcaparras   /   Achoas en conserva   /   Aceitunas negras sin hueso   /   Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Como se trata de una pasta o majado, esta receta podéis hacerla a mano gracias a un mortero, o a máquina, con la ayuda de una batidora-trituradora de brazo eléctrica. Yo he optado por la segunda opción, pero sin exagerar el triturado, pues me gusta que quede una mezcla con textura grumosa. Pero..., ¡manos a la obra!

Echamos en el vaso de la batidora  4 o 5 hojas de albahaca fresca, un buen puñado de aceitunas negras sin hueso, el diente de un ajo sin el germen, una cucharada sopera de alcaparras en conserva y uno o dos filetes de anchoa en conserva. A todo ello añadimos una cucharada inicial de aceite de oliva virgen extra y, mientras vamos pasando la batidora, un poco más hasta que lleguemos a la textura deseada. 

Una vez triturada la mezcla, la vertemos en un pequeño bol y tapamos con papel film. Reservamos un mínimo de una hora en la nevera y ya podremos disfrutar de nuestra tapenade.

PRESENTACIÓN      /       PARA LA FOTO

Sólo faltan unas tostas de la textura, gusto y tamaño que queráis para que untéis sobre ellas este delicioso manjar. También se puede combinar esta mezcla con un poco de brandada de bacalao. Pero bueno, eso es cosa vuestra.


¡Ñam, ñam!

martes, 22 de septiembre de 2015

ENSALADA DE CANÓNIGOS Y POLLO CON ESPÁRRAGOS

¡No os tengo que descubrir mi afición por las ensaladas! Es uno de los platos más sencillos de preparar y más ricos y sabrosos. Permite el disfrute de los productos de la huerta, dejando libertad para el aliño y contemplando múltiples variantes. A las que ya conocéis, añado hoy una versión rápida y sencilla. ¡Os la muestro!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Pechuga de pollo asada o guisada   /   Cebolleta o cebolla dulce   /   Aceitunas negras sin hueso   /   Espárragos blancos   /   Zanahoria   /   Canónigos   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Sal   /   Vinagre de Jérez

ELABORACIÓN       /      MANOS A LA OBRA

La elaboración de esta ensalada es tan sencilla que os llevará tanto tiempo comerla como prepararla. Veréis.

Comenzamos loncheando la pechuga de pollo (yo la tenía guisada, pero vale asada o incluso cocida). Reservamos.

Pelamos la zanahoria y la cortamos en bastoncillos. Pelamos la cebolleta y la cortamos en juliana. 

Abrimos una lata de aceitunas negras sin hueso y las laminamos a nuestro gusto, en dos o tres partes.

Abrimos los espárragos blancos en conserva y les escurrimos el agua.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

En una fuente o en platos individuales, preferiblemente hondos, colocamos un manojo de canónigos (hemos comprado una bolsa, por lo que no hay que lavarlos) y sobre ellos añadimos el resto de ingredientes: la zanahoria, la cebolleta, las aceitunas, los espárragos y finalizamos con el pollo. Aliñamos con sal, vinagre y aceite. Mezclamos bien y ¡listo para comer!

¡Ñam, ñam!





TIMBAL DE PULPO SOBRE ARROZ AL PESTO

Seguramente estéis acostumbrados a disfrutar del pulpo en su versión más tradicional: Á feira! Pero, hoy os voy a sorprender con una combinación que no esperabais. No la demoro más y paso a contárosla.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA


Arroz   /   Salsa pesto   /   Cebolleta   /   Pata de pulpo cocida   /   Huevas de trucha   /   Zumo de limón   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Pimienta negra   /   Sal   /   Agua  

ELABORACIÓN       /       MANOS A LA OBRA

Ponemos a calentar agua en una olla con un poco de sal para cocer el arroz. Una vez comience a hervir, añadimos un puñado de arroz y bajamos un poco la intensidad del fuego. Dejamos que cueza y en cuanto esté, vertemos el arroz en un escurridor o colador chino y rociamos con agua fría para que quede bien suelto. Reservamos.

Cortamos la pata de pulpo y la rociamos con el zumo de limón, añadimos un poco de pimienta negra molida y unas gotas de aceite, y dejamos reposar mientras montamos el plato, lo cual haremos nada más mezclar la salsa pesto y un poquito de cebolleta muy picadita con el arroz, de manera que éste se vea salpicado de un color verde muy característico.

PRESENTACIÓN       /       PARA LA FOTO

Con la ayuda de un aro de emplatar, montaremos cada ración: rellenamos el aro con el arroz al pesto y encima colocamos varias rodajas de pulpo aliñado de manera que cubra toda la superficie. Rematamos adornando con un sucedáneo de caviar o huevas de trucha, que le dará un toque y colorido muy llamativo.

Se trata de un plato frío, que todavía podéis disfrutar como si fuese una ensalada de arroz y pulpo.

¡Ñam, ñam!

miércoles, 16 de septiembre de 2015

JUDÍAS CAMPECHANAS

¡Qué gusto da poder cocinar productos tiernos de la huerta recién recolectados! Es la época de las judías y a mí me encanta prepararlas simplemente cocidas y aliñadas de alguna manera. Hoy os traigo una manera muy sencilla y a la vez rica y sabrosa. Se la dedico a Esther, a quién, por cierto, esta receta le sale que ni pintada.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Un manojo de judías verdes planas   /   Agua   /   Sal   /    Pimiento rojo   /   Tomate   /   Ajo   /   Cebolleta   /   Azúcar   /   Huevo cocido   /   Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Lavamos las judías y les cortamos los extremos tirando por ellos por si arrastran los hilillos laterales (si son tiernas, no los tendrán). Las troceamos con las manos en dos o tres pedazos de manera que trisquen al hacerlo. Las ponemos a cocer en una olla de acero inoxidable con agua y sal, que las cubran. Una vez cocidas, les escurrimos el agua y tapamos la olla manteniéndolas calientes.

Preparamos la salsa que les dará un toque estupendo. Para ello, en una sartén con una cucharada de aceite, ponemos a pochar un par de dientes de ajo picado sin el germen interior. Antes de que doren, añadimos una cucharada de cebolleta picadita y también medio pimiento rojo troceado al gusto. Pochamos y, por último añadimos un tomate pelado en trozos y dejamos que se vaya cocinando a fuego medio. Corregimos de sal e incluso de dulzor, añadiendo un poco de azúcar si es necesario.

Vertemos este salsa sobre las judías y las removemos bien.

PRESENTACIÓN       /       PARA LA FOTO

Servimos en una fuente o en un plato las judías campechanas y le picamos encima un huevo cocido. Tomadlas calentitas, no las dejéis enfriar y disfrutaréis de un sabor tradicional y sano a la par que exquisito.


¡Ñam, ñam!

martes, 15 de septiembre de 2015

TOSTA DE PIMIENTOS DE HERBÓN, SARDINILLAS Y CACAHUETES

Los pimientos de Herbón, en el ayuntamiento de Padrón, son unos de los más famosos de nuestra geografía. Su tamaño, su textura, su color y su sabor son su distintivo. Se pueden comer fritos con un poco de sal, calentitos, como acompañamiento a un plato principal o simplemente para picar. Aunque los primeros pimientos, del mes de julio, son los más ricos, todavía a estas alturas del año las plantas siguen produciendo. Algunos picarán y otros no, pero ese es un riesgo que hay que correr. Hoy os presento una sencilla y sabrosa tosta protagonizada por él.

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Pimientos de Herbón   /   Pan en rebanadas   /   Sardinillas en conserva en aceite de oliva   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Sal   /   Lima o limón   /   Cacahuetes pelados   /   Reducción de vinagre de Módena

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Quitamos el rabillo a los pimientos y los lavamos y secamos bien. Ponemos un cazo o freidora con aceite a fuego medio. Cuando veamos que está templado, añadimos los pimientos y subimos un poco el fuego. Removemos los pimientos y cuando veamos que están algo tostados, los retiramos a una fuente con papel absorbente y los rociamos con un poco de sal. Los mantendremos calientes.

Disponemos el pan en rebanadas en una fuente y, si lo preferimos, lo tostamos un poco en el horno, plancha o tostadora.


En un bol, machacamos un puñado de cacahuetes pelados que rociaremos con el zumo de lima o limón. Será uno de nuestros aliños.


Abrimos la lata de sardinillas y le escurrimos el aceite.


Montamos las tostas de la siguiente manera: colocamos un par o dos de pimientos y sobre ellos, un par de sardinillas. Rociamos con el majados de cacahuetes y rematamos con un poco de reducción de vinagre de Módena. ¡Os sorprenderá la combinación!


PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Podéis presentar cada tosta individualmente o en raciones de tres o más elementos, dependiendo el número de invitados que tengáis. El toque de la reducción de vinagre de Módena os permitirá darle cierto atractivo al plato. ¡A disfrutarlo!


¡Ñam, ñam!

viernes, 28 de agosto de 2015

CORDERO GUISADO

El cordero es una carne muy tierna pero de la que no se debe abusar mucho. Por eso, es la mejor opción para un día de fiesta en la que haya bastantes comensales, aunque para un par de personas, si bajamos la dosis, tampoco está nada mal. Conoceréis diversas maneras de preparar el cordero, pero yo hoy os traigo la de mi madre: un sabroso cordero guisado acompañado de patatas, zanahoria y guisantes. Debéis saber que es un plato que tiene diversas fases de preparación y, por tanto, necesitará un par de días: uno para el macerado o adobo del cordero y otro para su cocinado. El resultado: ¡de vicio!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Cordero troceado   /   Ajo   /   Perejil   /   Sal   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Cebolla   /   Pimiento rojo   /   Pimentón dulce   /   Vino blanco   /   Agua   /   Especias para cordero (ajo y cebolla picadísimos, pimienta negra molida, nuez moscada, romero, orégano, cúrcuma y sal)   /   Patatas pequeñas   /   Zanahoria   /   Guisantes   /   Azafrán

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Todo comienza poniendo el cordero en adobo o a marinar el día anterior al cocinado. El adobo se elaborar con ajo picado y machado con sal, aceite, perejil. Lo tendremos en reposo durante un mínimo de 8 horas.

Transcurrido este tiempo, preparamos la tartera u olla donde guisaremos el cordero, haciendo un pequeño pochado previo. En ella comenzamos a cocinar en un poco aceite, una cebolla pequeña picada en juliana, un diente de ajo picado y un trozo de pimiento rojo. Cuando haya empezado a ponerse transparente la cebolla, añadimos una cucharilla de café de pimentón dulce. Mezclamos bien y dejamos que se mezcle unos segundos.

Simultáneamente al preparado de la tartera, iremos dorando en una sartén con aceite bien caliente y un trozo de cebolla, los trozos de cordero adobados. En cuanto la cebolla se queme y los trozos de cordero se doren, retiramos el cordero y lo incorporamos a la tartera donde se guisará.

Meneamos la tartera con los trozos de cordero y añadimos tres cuartos de un vaso de vino blanco y otros tres cuartos de agua con las especias para cordero disueltas. Tapamos y dejamos que se vaya cocinando durante una hora a fuego medio-alto. El cordero no quiere mucho aceite ni mucha agua, así que si vemos que se queda seco, añadimos muy poca agua.

Mientras, pelamos unas patatas pequeñas redondas junto con una o dos zanahorias, que picamos en rodajitas. Cuando el cordero esté casi hecho, incorporamos primero la zanahoria, y cinco minutos después, las patatas. Añadimos un poco más de agua y sal, y cuando le falten cinco minutos, añadimos un buen puñado de  guisante y también el azafrán (o en su defecto, un poco de colorante alimenticio).

El resultado será un buen guiso donde los distintos ingredientes habrán aportado su sabor y textura.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Servimos una buena ración de cordero con su guarnición de patatas, guisantes y zanahorias. Salseamos y ¡listo! ¡Disfrutad de este rico manjar, pero sin excederse!

¡Ñam, ñam!


viernes, 14 de agosto de 2015

SALMÓN Y NAVAJAS EN SALSA DE QUESO AL LIMÓN Y MOSTAZA

Esta es una receta para quienes os gusten los sabores intensos, como el del limón o la mostaza. Aunque, no os asustéis porque el queso lo mitiga un poco. Os sorprenderá la combinación, pues a mí me ha dejado una sensación grata al paladar. Os confieso que es una receta arriesgada pero con muchas posibilidades de triunfar.
 
INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA
 
Cebolla   /   Zumo de limón   /   Vino albariño   /   Lomo de salmón   /   Sal   /   Pimienta   /   Mostaza   /   Queso tierno de vaca   /   Eneldo en especia   /   Navajas cocidas al natural (en conserva)
 
ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA
 
Salpimentamos levemente el lomo de salmón. Luego, ponemos a fuego alto una olla pequeña de acero inoxidable con media cebolla cortada en juliana bañada con dos cucharadas de zumo de limón y otras dos de vino albariño. (A mí me gusta encontrarme la cebolla poco echa, pero si vosotros la queréis más pasada, debéis saltearla antes en otra sartén con unas gotas de aceite). En cuanto empiece a hervir, sin dejar pasar tiempo, le bajamos el fuego al mínimo e introducimos nuestra pieza de salmón sobre la cebolla. Dejamos cocinar durante unos minutos y untamos la parte superior del lomo con un poco de mostaza y sobre ella unas lonchas gruesas de queso. Dejamos cocinar hasta que el queso se vaya derritiendo y se amalgame con el zumo de limón y vino formando una salsa blanquecina. Por último, añadimos las navajas y salpicamos con el eneldo en especia.
 
PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO
 
Disponemos el salmón con su capa de queso en un plato blanco y lo rodeamos con las navajitas. Os espera un plato exquisito, que podéis regar con un buen vino blanco.
 
¡Ñam, ñam!

ENSALADA DE FIAMBRE DE PAVO

El fiambre es un recurso muy empleado en nuestras cenas como relleno de bocadillos y sandwichs, pero también en ensaladas. A mí me gusta mucho el fiambre de pechuga de pavo y a menudo lo incluyo en mis ensaladas. Hoy os propongo una, pero hay múltiples variantes.
 
INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA
 
Lechuga   /   Fiambre de pavo   /   Aceitunas negras sin hueso   /   Queso fresco de cabra   /   Tomatitos Cherry   /   Aguacate   /   Zumo de limón   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Vinagre   /   Miel   /   Mostaza   /   Albahaca seca en especia   /   Maíz tostado crujiente
 
ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA
 
Comenzamos lavando y secando bien la lechuga. A continuación, la troceamos a nuestro gusto y la colocamos ya en el plato o fuente donde la vayamos a servir. Sobre ella iremos colocando trozos de fiambre de pavo, cortados a partir de una loncha gruesa, del tamaño de unos pequeños bastoncitos. Añadimos un poco de queso de cabra fresco algo deshecho, unos tomatitos cherry cortados por la mitad o en cuartos y unos datos de aguacate, que previamente habremos rociado con un poco de zumo de limón para que no se oxiden, y unas aceitunas negras sin hueso. Mezclamos bien todos los ingredientes con la lechuga y nos disponemos a preparar el aliño.
 
Rociaremos nuestra ensalada con una mezcla que le dará un toque jugoso y crujiente. Para ello, en un bol, machamos un poco de maíz crujiente (kikos) y sobre ellos echaremos un poco de aceite de oliva virgen extra, una cucharadita de mostaza y otra de miel, un chorrillo un poco de vinagre (sin pasarse, pues la mostaza ya aporta sabor intenso) y un poco de albahaca en especia. Mezclamos bien nuestro aliño y ya estará listo para su incorporación a la ensalada.
 
PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO
 
Podemos aliñar la ensalada en una fuente o que cada uno se sirva en su plato y la aliñe a su gusto. Yo opto mejor por la segunda opción, pues lo paladares son muy distintos. Espero que disfrutéis de esta rica y sencilla ensalada.
 

¡Ñam, ñam!