miércoles, 30 de enero de 2013

CROQUETAS DE JAMÓN Y POLLO

Fotos: Fran Chef
Las croquetas que aquí os presento son famosas porque son la delicia del hotel-restaurante riojano Echaurren. No he podido resistirme a hacerlas al ver su excelente aspecto y, cuando las he probado, me he quedado sin palabras: su cremosidad, su sabor, su textura... Yo había hecho croquetas con otros ingredientes, pero tengo que reconocer que éstas son muy difíciles de mejorar. Aquí van.
 
INGREDIENTES     /    MATERIA PRIMA
 
Mantequilla   /   Una loncha de jamón serrano    /    Un filete de pechuga de pollo    /    Un huevo  cocido   /     Harina de trigo tamizada     /      Leche desnatada     /    Pan rallado    /    Huevo batido    /    Aceite de oliva virgen extra    /    Sal (opcional)
 
ELABORACIÓN     /    MANOS A LA OBRA
 
En primer lugar, ponemos a cocer el huevo en agua con un chorro de vinagre para que no se nos rompa la cáscara. Pasados 10 minutos desde que rompa a hervir, lo sacamos a un bol con agua fría. Esperamos a que enfríe un poco y le quitamos la cáscara, resevándolo.

 
A continuación, picamos la loncha de jamón serrano y elfilete de pechuga de pollo en daditos y reservamos. Luego, en una sartén antiadherente ponemos a fuego medio un par de buenas cucharadas soperas de mantequilla, dejando que se diluya o derrita. Momento en el que incorporamos el jamón y, cinco minutos más tarde, el pollo. Removemos bien y cuando comience a quedarse seco, pero sin quemarse, añadimos un poco de harina tamizada y revolvemos continuamente. Añadimos también un buen chorro de leche y seguimos revolviendo. Iremos añadiendo un poco más de harina y leche hasta que veamos que se va formando una masa densa, pero no mucho. Antes de finalizar la masa de las croquetas picamos el huevo cocido y lo incorporamos. Si vemos que la masa está falta de sal, podemos añadir un poco, pero yo creo que con el del jamón es suficiente.
 
Cuando esté la masa, la volcamos en una fuente y tapamos con papel film. Dejamos enfriar a temperatura ambiente y las introducimos en el frigorífico hasta el día siguiente.
 
Al día siguiente, llegó el momento de preparar las croquetas. Debemos tener preparado un recipiente con pan rallado y otro con huevo batido. Entonces, vamos cogiendo con una cuchara de sopa porciones de la masa, las echarmos en el pan rallado, le damos forma con las manos, las pasamos por el huevo batido y las volvemos a pasar por el pan rallado. Las colocamos en un plato hasta que hemos acabado la masa.
 
Por último, en un cazo o sartén hondos, freímos en abundante aceite y las retiramos a un papel absorbente. Nos quedarán unas croquetas doradas, con una coraza crujiente y un interior cremoso. 
 
 
PRESENTACIÓN     /    PARA LA FOTO
 
En una fuente alargada podemos poder unas cuantas croquetas en hilera. Sino, también las podéis poner en una fuente redonda haciendo algún tipo de figura. Lo importante es que las probéis y degustéis su cremosidad y sabor intensos. ¡Qué ricas!
 
¡Ñam, ñam!

lunes, 28 de enero de 2013

ENSALADA TEMPLADA DE RULO DE CABRA Y VINAGRETA DE FRUTOS SECOS

No es muy habitual asociar una ensalada con términos como 'templado' o 'caliente', ¿verdad? Bien, pues aquí os presento una ensalada templada en la que se combinan ingredientes fríos y calientes. Os la recomiendo no sólo porque es ligera, sino también por la vinagreta con la que la he aliñado. ¡Va por ti, una vez más, Jaume!
 
Fotos: Fran Chef


INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Una lechuga o lechuga varias   /    Una manzana Golden   /    Un rulo de queso de cabra    /    Una barra o baguette de pan    /    Tomate o tomatitos Cherry   /   Aceite de oliva virgen extra    /    Vinagre de Módena    /    Miel    /   Sal (opcional)    /   Mostaza de Dijon    /   Almendras

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Comenzamos preparando la vinagreta. Es sencillo. No tenemos más que mezclar bien, en un bol pequeño, tres partes de aceite por una de vinagre, una cucharada sopera de miel, una cucharada de café de mostaza de Dijon y las almendras (yo he utilizado este fruto seco, pero se pueden utilizar maíz tostado o pistachos) trituradas a mano groseramente.

Lavamos y cortamos la lechuga, que mantendremos en agua fría. Reservamos. Lavamos y descorazonamos la manzana; luego, la cortamos en bastoncillos. Lavamos los tomates Cherry y los partimos por la mitad; si se trata de un tomate grande, lo cortamos en gajos y, éstos, a la mitad.

Por último, cortamos la baguette en tostas transversales. Sobre ellas colocamos una loncha de un centímetro del rulo de queso de cabra. Las gratinamos en el horno y reservamos.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

En unos platos amplios y hondos colocaremos la lechuga bien escurrida. Aliñamos con un poco de vinagreta y sobre ellas colocamos los bastoncillos de manzana. En las esquinas o reborde situamos los tomates, volvemos a aliñar con la vinagreta y terminamos con la tosta de queso de cabra sobre la ensalada. ¡Listo para degustar! ¡Disfrutaréis de distintos sabores y texturas!

¡Ñam, ñam!

jueves, 24 de enero de 2013

MOUSSE DE CHOCOLATE AMARGO


Fotos: Fran Chef
¿A quién no le gusta el chocolate? Alguien habrá, pero muy pocos. Aquí os traigo un postre ligero, una mousse, con la que se os va deleitar el paladar. Es uno de los primeros postres que llevé a cabo como ejercicio dentro del primer curso de cocina en el que tuve el placer de participar a las órdenes de Jaume en su restaurante Velis Nolis. Ahí va mi versión.

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Una tableta de chocolate de cobertura (250 gr.)   /   Agua  (120 gr.)  /   Cinco claras de huevo   /   Una cucharada de mantequilla    /   Un chorro de licor   (ron o brandy)

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Comenzamos calentando en una tartera o cazo alto el agua con la mantequilla y el licor hasta que hierva. Retiramos y añadimos el chocolate desmenuzado (tendrá entre un 60 y un 70 % de cacao). Mezclamos bien con un batidor de mano hasta que tengamos una pasta espesa y brillante. Reservamos.
 

Montamos, mientras, las claras a punto de nieve. Lo haremos batiendo en un bol ladeado para que se oxigene bien y doble su volumen. Mezclamos con el preparado anterior ya atemperado por medio de una lengua pastelera y con movimientos suaves y envolventes para que no se nos bajen las claras.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Colocamos la mezcla en copas, cuencos, vasos u otros recipientes de cristal o en moldes de acero inoxidable. Los introducimos en el frigorífico por un espacio mínimo de tres horas. Pasado este tiempo podemos decorar con virutas de chocolate o con frutos rojos o cítricos.

¡Ñam, ñam!

martes, 22 de enero de 2013

GUISO DE CONEJO CON PATATAS Y CASTAÑAS

Foto: Fran Chef
La carne de conejo es muy recomendable para aquellas personas que no les conviene engordar o tienen problemas con el colesterol. Es una carne liviana, de muy fácil digestión. Mi madre me enseñó cómo preparar un buen conejo guisado con patatas y castañas que me encanta. Las castañas eran una guarnición muy típica antes de la proliferación de las patatas. Aquí os traigo la receta materna para que la pongáis en práctica y la degustéis.
 
INGREDIENTES   /   MATERIA PRIMA
 
Un conejo limpio y despiezado    /  Aceite de oliva virgen extra  (AOVE)    /   Sal   /   Vino blanco   /   Agua    /   Ajo   /   Perejil   /    Cebolla    /    Pimiento rojo    /    Laurel    /    Pimentón dulce    /    Zumo de limón    /    Patatas pequeñas redondas    /   Castañas peladas   /   Guisantes  (opcional)   /   Zanahorias   (opcional)
 
ELABORACIÓN   /  MANOS A LA OBRA  
 
Comenzamos troceando el conejo al que adobamos con un poco de sal (y si se quiere, perejil y ajo). En una sartén con un dedo de aceite de oliva virgen extra, doramos a fuego medio el conejo y lo vamos retirando a una fuente. Reservamos.
 
En una olla echamos un poco de aceite un poco de AOVE. A fuego medio, marcamos un poco de cebolla cortada en juliana y tres dientes de ajo picados. A continuación, añadimos el aceite donde hemos dorado el conejo, debidamente colado. Incorporamos medio pimiento rojo cortado en juliana, así como una pizca de pimetón dulce (de la Vera), una rama de perejil y media hoja de laurel. Pasados un par de minutos, incorporamos el conejo y dejamos que se cueza. Por último, cuando veamos que ya está blanco, le incorporamos medio vaso de vino blanco y aumentamos el fuego. El tiempo de coción del conejo rondará la media hora.
 
Posteriormente, sacamos el conejo a una fuente de horno y lo regamos con un poco de salsa y zumo de limón. Lo metemos en el horno a 180 º hasta que se dore o tueste un poco. Reservamos.
 
En una olla pequeña, cocemos las patatas en agua con un poco de sal. Escurrimos y le incorporamos parte de la salsa donde hemos guisado el conejo. En otra olla pequeña, cocemos las castañas y hacemos la misma operación que con las patatas. Y, por último, si nos parece poca guarnición, podemos cocer también aparte unos guisantes y unas zanahorias y hacer lo mismo.
 
 
PRESENTACIÓN    /    PARA LA FOTO
 
En un plato o fuente, colocamos unos trozos de conejo que acompañaremos con las patatas (los guisantes y las zanahorias) y las castañas. La combinación es excelente. ¡Que os aproveche!
 
¡Ñam, ñam!

miércoles, 16 de enero de 2013

VIEIRAS A LO TRADICIONAL


Foto: Fran Chef
El día de Reyes es día de comida familiar en casa y uno de los platos estrella son las vieiras horneadas sobre su propia concha. Como en muchas ocasiones la vieira fresca es muy difícil de conseguir por motivos de toxinas o de que no hay suficientes y son muy caras, lo ideal es comprarlas congeladas, que no tienen nada que envidiar a las frescas, y cocinarlas en conchas que debemos tener guardadas de otras que hubiésemos cocinado frescas. Así es como las preparamos en casa desde hace muchos años, ¿queréis ver cómo?

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Vieiras congeladas sin concha   /    Cebolla     /    Ajo    /   Aceite de oliva virgen extra (AOVE)  /    Vino blanco albariño    /    Sal     (opcional)   /   Jamón serrano    /    Pan rallado   /   Limón    /   Perejil   (opcional)
  
ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

La noche anterior ponemos las vieiras a descongelar y al día siguiente le escurrimos el agua, tendiéndolas listas para su preparación.

Comenzamos echando un chorro de AOVE en una sartén de 22 o 24 centímetros de diámetro cubriendo el fondo y la ponemos a fuego medio. Mientras, pelamos la cebolla –una o más, según la cantidad de vieiras que tengamos- y la cortamos en cuadraditos (en brunoise). Hacemos lo mismo con uno o más diente de ajo. Lo incorporamos a la sartén y dejamos que se vaya pochando y cogiendo un color dorado. Mientras, picamos muy picadito el jamón serrano que tengamos bien en lonchas o bien en taco, y lo añadimos a la sartén junto con medio vaso de vino albariño. Dejamos que reduzca un poco y luego incorporamos las vieiras, descongeladas de la noche anterior, para que se cocinen lo suficiente (no queremos que se nos pasen). No nos debe quedar un sofrito seco, sino más bien aceitoso, por lo que recurriremos al un nuevo chorro de aceite si vemos que se nos reseca mucho. Si vemos que el jamón no le está dando el toque salado esperado, podemos añadir un poco de sal. Una vez listo, dejamos enfriar y reservamos.

Foto: Fran Chef

Precalentamos el horno a 180º por arriba y por abajo. Mientras, colocamos sobre una bandeja de horno las conchas de las vieiras y dentro de cada una de ellas una vieira con parte del sofrito de cebolla, ajo y jamón serrano. Sobre ellas echamos un poco de pan rallado que regamos con unas gotas de zumo de limón (y, si queremos, podemos espolvorear con perejil picado). Introducimos al horno, a media altura, y dejamos que se dore un poco el pan rallado, momento en el que retiramos.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Estas vieiras habrá que servirlas calentitas sobre su concha. En el caso de que no tengamos concha, podremos hornearlas, individualmente o más de una, en una cazuelitas o cuencos, aunque, no cabe duda, que lo ideal es verlas en sus conchas.

¡Ñam, ñam!

lunes, 14 de enero de 2013

ENSALADA DE TOMATE, QUESO Y ATÚN CON VINAGRETA

Foto: Fran Chef

Ésta es una receta muy sencilla y sabrosa, de esas que te la puedes llevar a cualquier parte en una fiambrera y comértela sin reparos. Es sana y combina distintos sabores. Yo me la suelo llevar al trabajo en cualquier época del año, llueva o haga sol, pues ya se sabe que las ensaladas son como los helados, para todo el año.

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Tomate    /    Cebolla     /    Zanahoria    /   Pimiento rojo    /   Pimiento verde    /    Aceitunas negras deshuesadas    /    Queso fresco de vaca    /    Una lata de atún    /    Aceite de oliva virgen extra     /   Vinagre blanco de Jerez
  
ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Pelamos el tomate y lo cortamos en dados un poco grandes; lo vertemos en una fuente ensaladera. En esa misma fuente iremos añadiendo la cebolla cortada en aros finos partido a la mitad, las aceitunas, el queso fresco de vaca cortado en dados del mismo tamaño que el tomate y la lata de atún no muy desmenuzada (yo he utilizado la marca Ovidio, porque es bastante compacto).

Luego cortamos la zanahoria en juliana, de manera que nos queden unos bastoncitos finos, y los pimientos en pequeños cuadraditos (brunoise). Los añadimos a los demás ingrediente. Mezclamos bien.

Por último aliñamos con aceite de oliva virgen extra y vinagre de Jerez. Volvemos a mezclar y ¡listo!

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

En un cuenco servimos una ración. También podemos mantenerla en una fuente ensaladera y que cada uno se sirva. Es un buen acompañamiento para unos filetes o un pescado. Con una tortilla, tampoco está mal.

¡Ñam, ñam!

sábado, 12 de enero de 2013

LUBINA AL HORNO Y GRELOS CON AJADA


Foto: Fran Chef
Los sábados tengo tendencia a prepararme un pescadito al horno para comer. Éste, le ha tocado a la lubina, un pescado muy sabroso y muy jugoso. Me he ido a la pescadería y me han fileteado (abiertas y limpias de cabeza y espina central) un par de ellas, listas para aderezar y acompañar con unas hortalizas que dan un toque de color y de sabor. ¡No os lo perdáis! ¡Veréis que fáciles son de preparar!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Dos lubinas fileteadas    /   Aceite de oliva virgen extra   /   Vino blanco albariño   /    Sal    /    Cebolla     /    Zanahoria   /   Pimiento rojo    /    Pimiento verde   /    Albahaca en especia   /   Ajo   /   Grelos

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Las lubinas ya están listas para cocinar, fileteadas y limpias (en la pescadería me han recomendado que no las lave al llegar a casa porque perderían calidad). Por lo tanto, sólo me queda prepararle el aderezo con el que las introduciré en el horno, que estará previamente encendido a una temperatura de 180º, con calor por arriba y por abajo.

Procedamos. Disponemos una fuente o bandeja para horno en la que podamos introducir las dos lubinas abiertas sin problema de espacio. Pelamos la cebolla y la zanahoria. La cebolla la cortamos en juliana y, con las manos, la esparcimos por el fondo de la fuente, cubriéndola totalmente. Sobre ella colocaremos láminas de zanahoria de uno o dos milímetros de grosor cortadas en sentido oblicuo. Será, entonces, el momento de colocar las cuatro media lubina sobre esta cama con la piel hacia abajo. Salamos y espolvoreamos con albahaca. Luego pelamos un par de dientes de ajo y, fileteados, los vamos colocando sobre los filetes de lubina, junto con el pimiento rojo y verde cortado en juliana.

Solamente nos queda regar todo con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y medio vaso de vino albariño. Introducimos a media altura en el horno y dejamos que el pescado se vaya cocinando alrededor de 30 o 40 minutos hasta que veamos que las tiras de pimiento estén cocinadas.
Foto: Fran Chef

Para acompañar este pescado, además de la guarnición que suponen las verduras con las que lo cocinamos, he cocido unos grelos –previamente lavados- en un poco de agua con sal durante 10 minutos. Pasado este tiempo le he escurrido el agua y los he reservado. A estos grelos los regaré con una ajada: ponemos al fuego y en una sartén pequeña un chorro de aceite y cuando esté caliente la retiramos y le añadimos un diente de ajo laminado finamente para que se formen unas “chips” de ajo doraditas.


PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Disponemos en un plato blanco –la vajilla blanca es la mejor- media lubina con sus verduritas y a su lado, en un cilindro metálico, unos pocos grelos bien prensados que regaremos con la ajada. ¡Exquisito!

¡Ñam, ñam!