sábado, 19 de noviembre de 2016

TRIFLE DE KIWI, YOGUR Y MELOCOTÓN


¡Que tenéis bastantes invitados y necesitáis preparar un postre rápido y sencillo para todos sin defraudar! Os propongo una solución rica, fresca, colorida y exitosa: un trifle. Como ya sabéis, este postre consiste en una mezcla equilibrada de alguna crema, bizcocho y fruta. A partir de ahí, se puede enriquecer de mil formas. ¡Atentos a mi propuesta de hoy!

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Sobaos   /   Kiwi   /   Yogur griego   /   Yogur natural   /   Azúcar   /   Melocotón natural   /   Bizcocho al huevo

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Dispondremos de unos vasos que serán el recipiente en que presentaremos el trifle. Si son transparentes, mejor, pues así se puede apreciar mejor la combinación de ingredientes.

En la base de cada uno, colocaremos un sobao (en su defecto, bizcocho de soletilla o magdalena) que prensaremos con ayuda de nuestros dedos. Si queréis podéis salpicarlos con algún vino dulce, aunque yo lo he descartado en esta ocasión. Reservamos.

A continuación, pelamos varios kiwis (vosotros tanteáis) y los trituramos en ayuda de la batidora de mano, hasta que nos queden bien licuados.

Luego, en un cuenco mezclamos en la misma proporción yogur griego (yo he empleado uno bajo en materia grasa) y yogur natural (yo he optado por un desnatado), junto con el azúcar (a vuestro gusto, pero tened en cuenta que la fruta que lo va a acompañar es dulce y ácida). Nos deberá quedar una mezcla cremosa pero no muy espesa.

Por último, pelamos el melocotón y lo cortamos en daditos.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

Como ya hemos visto, el recipiente en que vamos a presentar y servir este delicioso postre será un vaso de cristal. En él ya habíamos puesto una base de sobao.

A continuación, colocamos un bizcocho tradicional al huevo (en su defecto podemos emplear canutillos de barquillo) pegado a un lateral del vaso. Si no se aguanta, lo sujetamos con la mano mientras vamos incorporando varias cucharadas del triturado de kiwi. Debemos tener en cuenta que nos quedarán dos capas por echar con otros ingredientes, así que debemos guardar las proporciones.

Luego, le toca le turno a la crema de yogur; y, por último, los daditos de melocotón. 

Una vez montados nuestros vasos, los introducimos en el frigorífico durante un mínimo de una hora. Tendréis así listo un postre sencillo, rico y que os permitirá cubrir el postre de una comida numerosa con éxito.

Os recomiendo, cuando lo degustéis, que introduzcáis la cuchara hasta el fondo para extraer un bocado con todos los sabores del trifle. ¡Ya me contaréis!

¡Ñam, ñam!






viernes, 18 de noviembre de 2016

FETTUCINE CON SALMÓN Y NATA


Hoy vamos a preparar unos fettuccine, una pasta muy especial hecha con huevo y harina, semejante a los tallarines pero más anchos. El acompañamiento que llevan les va a dar un toque muy especial, un poquillo picante, pero rico y cremoso. 

INGREDIENTES      /      MATERIA PRIMA

Fettuccine secos   /   Salmón ahumado   /   Salmón fresco   /   Cebolla   /   Ajo   /   Aceite de oliva virgen extra   /   Cayena   /   Sal   /   Agua   /   Vino blanco   /   Anchoas en conserva   /   Nata para cocinar   /   Albahaca o perejil (natural o, en su defecto, en especia)

ELABORACIÓN      /      MANOS A LA OBRA

Limpiamos el salmón de espinas y piel, cortándolo posteriormente en tacos o dados.

Picamos la cebolla y el ajo. En una sartén o cazuela, pochamos los pochamos en un chorrito de aceite de oliva, junto con una guindilla o cayena (al gusto). Dejamos que cocine durante cinco minutos y, a continuación, añadimos tres cuartos de vino blanco. Dejamos cocinar un minuto y añadimos el salmón, removemos; incorporamos la nata al gusto -alrededor de 200 cl-, removemos suavemente; y , tapamos, apagamos el fuego y dejamos reposar.

Simultáneamente a la preparación del salmón, cocemos la pasta en abundante agua con sal durante el tiempo que indique el fabricante (alrededor de cinco u ocho minutos, no más). Una vez cocida la pasta, la escurrimos y la salteamos con la salsa de salmón y nata. Una vez mezclados, espolvoreamos con unas anchoas bien picaditas (se puede prescindir de ellas) y un poco de albahaca o perejil picados.

PRESENTACIÓN      /      PARA LA FOTO

En un bol o plato hondo servimos una ración de nuestros fettucine. Recordad que tendrá un toque picante que, si no os gusta, podéis precindir de él no incorporando la guindilla o cayena.

Un plato rico y sabroso que os permitirá celebrar, de manera triunfal, una cena con deliciosas reminiscencias italianas.


¡Ñam, ñam!