lunes, 30 de julio de 2012

ESPET-ACCIÓN

Fotos: Fran Chef
Moraña (Pontevedra). 29 de julio de 2012. 14:00 h. Máxima expectación ante la salida del “carneiro ó espeto” nº 99 hacia la mesa con el mismo número. Ahí viene, tostadito y sudoroso, pues lleva más de siete horas al calor de un intenso fuego con leña de “carballo” acompañado de más de 100 parientes.

Los cuchillos saltan a escena. Todos quieren despedazarlo. Y… ¡ya! El fragmentado ha sido todo un éxito. La degustación excelente y muy exquisita, pero su digestión…, su digestión….

¡ESPET-ACULAR!

¡DANZAD, DANZAD, OVINOS!

¡VOLVEREMOS!

¡ÑAM, ÑAM!

jueves, 26 de julio de 2012

ENSALADA CHORICERA DE TOMATE

Fotos: Fran Chef
Estamos en verano. Abro la nevera y me encuentro unos excelentes chorizos curados que he comprado en la tienda de Guillermo en A Pena do Foxo. ¡Cómo me gusta comprar en ese ultramarinos con sabor a antaño! Allí encuentro lo que necesito y, por supuesto, disfruto de la magnífica presentación de sus fiambres, especialmente el jamón ibérico. ¡Huuumm, que se me hace la boca agua!

Pues bien, qué podría hacer con unos chorizos en esta época estival. ¡Qué suerte que se ha cruzado en mi camino Jaime Oliver! Voy a preparar una ensalada.

INGREDIENTES   /  MATERIA PRIMA

Un par de buenos chorizos curados (los que Guillermo comercializa son de la marca Chorigal)   /    Media cebolleta o cebolla tierna     /     Tres tomates rojitos duros    /     Un par de dientes de ajo   /   Aceite de oliva virgen extra (simplificado, AOVE)    /    Un buen chorro de vinagre    /    Un generoso ramillete de perejil     /   Sal (opcional)

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Lavamos bien los tomates y le quitamos la parte superior, que suele ser demasiado dura, para luego partirlo por el ecuador, no por el meridiano 0º. Cada una de las mitades las partimos en no más de ocho “dados” o “cubos”. Vertemos en un bol.

A continuación picamos la media cebolleta en pedazos más o menos grandes, al gusto. El tamaño, en este caso, no importa. Vertemos en el mismo bol. Ahí mismo, verteremos también el perejil picado. Lo aliñamos todo con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y un chorro de vinagre, que si es de Jerez, mejor que mejor. Andalucía también está presente en el aceite, que me lo traen directamente desde Jaén (Buensalud).

Revolvemos con cuidado de no hacer salsa, acariciando los tomates con la cuchara o el tenedor, mezclándolos con suavidad.

Troceamos los chorizos en pedazos irregulares, tamaño “bocado”. En una sartén ponemos a calentar un dedo de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente vertemos los chorizos y freímos sin que se quemen. Perderán grasilla en el aceite, ¡mejor que mejor! Cuando estén preparados, los vertemos, escurriendo el aceite, en el bol con el tomate, la cebolleta y el perejil aliñados.
Con el aceite todavía caliente, picamos los dientes de ajo en láminas y los dejamos dorar en el aceite donde hemos freído el chorizo y, cuando estén doraditos, al bol también. Volvemos a mezclar con cuidado y ya tenemos la ensalada. En ella confluyen los sabores y las temperaturas, y por el chorizo no os preocupéis que no os va a repetir, de eso se encarga don tomate.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Lo podemos presentar en el bol sin más y que cada uno se sirva con una cuchara. Pero si somos más finolis, podemos disponer en cuencos individuales (para 4 o más). Y si ya somos, requefinolis, entonces, cogemos unas cucharitas y rellenamos con representación proporcional y proporcionada de cada ingrediente.

¡Ñam, ñam!

lunes, 23 de julio de 2012

CHORIZO CON MERMELADA

Foto: Fran Chef
La primera vez que me atreví a combinar el chorizo de casa con mermelada de albaricoque y lo día a probar me miraron con caras de “¡pero este tío que hace!”. Una vez que lo probaron, las caras cambiaron a la expresión “¡es diferente!”. La verdad es que yo ya lo había probado con anterioridad y, como a JuanCar, me llenó de orgullo y satisfacción, pues estaba riquísimo y, además, no me repitió el chorizo.

¡Ay… el chorizo, ese gran maltratado por los dietistas! ¡Mucho me acuerdo de mi primo Milo! ¡Milo, no te preocupes que te voy a ofrecer ésta y otra receta con chorizo que son un gustazo para el paladar!
Aquí va.

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un par de chorizos caseros (con el toque ahumado)  /   Varias rebanadas de pan de molde    /   Mermelada de albaricoque    /   Aceite de oliva virgen extra

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Foto: Fran Chef
Con un cilindro, de no más de 3 cm de diámetro, extraemos porciones circulares de pan de molde. En una sartén antiadherente los iremos tostando un casi nada y al darle la vuelta presionamos en el centro con una cucharilla para hacer una leve concavidad donde irá colocada nuestra mezcla. Una vez confeccionadas alrededor de 15 o 20 bases de pan ligeramente tostadas, reservamos.

Retiramos la tripa a los chorizos y los deshacemos con la mano. Ponemos a calentar una sartén con un chorro de aceite de oliva virgen extra e incorporamos el chorizo. Dejamos que se vaya friendo ligeramente y cuando tenga un color más oscuro retiramos y reservamos.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Sobre una tartaleta de pan de molde colocamos un poco de mermelada de albaricoque y sobre ella un poco de chorizo frito. Así colocaremos en una fuente nuestro canapés de chorizo y mermelada.
¡Unos bocados deliciosos!
¡Ñam, ñam!

jueves, 19 de julio de 2012

LA TORTILLA DE SUSANA

Foto: Fran Chef
He practicado la tortilla de dos maneras principalmente: elaborándola y degustándola.

En cuanto a su elaboración he introducido en mi proceder distintas variantes, aunque, en ningún caso, incorporándole ingredientes que marquen excesivamente su sabor: me refiero a aquellos ingredientes que se apropian de la denominación “tortilla de patatas” distorsionándola con ampliaciones como por ejemplo “con chorizo”, “con pimientos”, “con queso”, etc., etc. Sí se refieren mis variaciones a maneras de cortar la patata, de condimentar la mezcla de huevos y patatas, o de cocinarla. 

Dicho todo esto, y sin profundizar y concretar mucho más, he llegado a la conclusión de que la mejor tortilla que he probado hasta el momento es la que me prepara Susana. ¿Por qué? Pues, muy sencillo. Porque me recuerda la tortilla más tradicional, sencilla y rica, amarilla (los huevos de casa, ayuda mucho, y si son de casas vecinas o familiares, más aún), esponjosa, sin excesos aceitosos… En definitiva, Susana es mi reina de las tortillas.

¿Queréis saber cómo la prepara?... Pues no os entretengo más y ¡manos a la obra!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Medio kilo de patatas (cinco o seis)  /   Cinco o seis huevos caseros   /    Aceite de oliva virgen extra   /   Sal 

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Pelamos y lavamos bien las patatas. Las cortamos en rodajas finas (unas uno poco más que otras, pero sin exceder los 3 mm). En una sartén, con aceite de oliva virgen extra suficiente como para que las patatas de cocinen pero no se frían, echamos las patatas una vez que comprobemos que está lo suficientemente caliente (¡no os queméis al echar las patatas!). Añadimos sal al gusto.
Foto: Fran Chef

Mientras las patatas se van cocinando y las vamos revolviendo periódicamente para evitar que adquieran un color tostado por los bordes, batimos los huevos hasta que aumenten un poco su volumen.

Una vez que veamos que las patatas ya están cocinadas, escurrimos el aceite de la sartén y añadimos el huevo (en ningún momento sacamos las patatas de la sartén al huevo, sino al revés). Removemos de vez en cuando si nos gusta que el huevo cuaje bien, si no, no tocaremos hasta dar la primera vuelta. Cuando más vueltas demos a la tortilla más se hará y cuantas menos, más crudita. A mí me gusta con el huevo cuajado, pero vosotros podéis elegir, así que retirarla de la sartén cuando veáis.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Una vez retirada la tortilla a una fuente o plato, dejamos atemperar un poco y adornamos con perejil.

La podéis trocear en tacos o en porciones, acompañarla con una ensalada, hacer un bocadillo o combinarla con queso y aceitunas. Vosotros elegís, pero a mí como más me gusta es fría y acompañando, a media mañana a una buena taza de café con leche. ¡Cosas del paladar!

¡Ñam, ñam!

miércoles, 18 de julio de 2012

ESPÁRRAGOS CON JAMÓN

Foto: Fran Chef
La combinación de unos espárragos con jamón puede ser muy variada. Yo os voy a enseñar cómo los preparé para cenar. Y es que José Antonio, aun no siendo el chico de la carretilla, continúa aportando espárragos a mi despensa. ¡Gracias!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un buen manojo de espárragos blancos  /   Dos dientes de ajo    /   Unas lonchas de jamón serrano    /   Aceite de oliva virgen extra   /   Sal

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Lavamos y pelamos los espárragos. Los partimos por la mitad a lo largo (si son muy gruesos, los partimos en tres tiras).

En una olla con agua y sal ponemos los espárragos a hervir durante no más de cinco minutos. Una vez escalfados, los retiramos, los escurrimos y reservamos.

Foto: Fran Chef
A continuación, pelamos los ajos y los cortamos en lonchas finas. En una sartén antiadherente, comenzamos a saltear los espárragos, a los que añadiremos el ajo y un chorro escaso de aceite de oliva virgen extra. Dejaremos, a fuego medio, que los espárragos comiencen a ponerse tostados por los bordes, para empezar a retirarlos.

Por último, disponemos las lonchas de jamón en una tabla y las picamos en juliana. Con la sartén todavía caliente, y con el “arrecendo” y sabor de los espárragos y el ajo, incorporamos las tiras de jamón para que te hagan un casi nada.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Sobre plato blanco colocamos los espárragos salteados con el ajo y, sobre ellos, las tiras de jamón tostaditas.

Todavía calentitos, estos espárragos estaban de vicio. Un cena ligera y nutritiva, acompañada de un refrescante vaso de vino Barrantes con gaseosa.

¡Ñam, ñam!




lunes, 16 de julio de 2012

ROGELIA Y SU COCINA

Fotos: Fran Chef
Cada vez que Rogelia nos deleita con su exquisita gastronomía en su Casa Marcial de Amil (Moraña – Pontevedra) nos está haciendo un guiño para que no podamos dejar de caer en su tentación y volvamos repetidamente a catar sus riquísimas expresiones culinarias. Esto es lo que nos ha ocurrido a mis primos/as este fin de semana, 15 de julio, cuando tuvimos la ocasión de disfrutar de un “porquiño ó espeto” excelente, a la altura de sus conocidísimos pinchos y de su agradabilísima hospitalidad.

¡Nuestra más absoluta admiración! ¡Gracias Rogelia do Outeiro!

Ayer, como otras tantas veces, pudimos disfrutar de tus pinchos, de tu comedor tan acogedor y perfectamente ambientado, de tu gusto y afición por el teatro (teatrodoastracan.blogspot.com) y de tu generosidad ilimitada. ¡Contamos con ver vuestra obra “Ladrón e familia”, el próximo 12 de octubre en el teatro de A Estrada, y que sumes otra estrella en el pasillo de la fama de Amil!

Al pie del santuario de la Virgen de los Milagros de Amil, en Casa Marcial, Rogelia nos deleitó con pinchos fríos y calientes, tales como: quesos aliñados y combinados con atún, tostas varias, hojadres con cremas y chorizo, empanadas, tortillas, pasta, berenjenas y calabacines rellenos, etc., etc. (no os voy a especificar, es mejor que vayáis vosotros mismos y lo comprobéis).

A la espera de que finalizásemos la degustación de tal variedad de pinchos se encontraba nuestro amigo “Porquiño”, dorándose desde horas tempranas al calor de una hoguera firme y constante. ¡Qué majo, que tuvo la delicadeza de esperarnos! Como se encontraba incómodo en su “espeto” –eran ya casi 8 horas-, decidió cambiar de ubicación y, para ello, se puso en manos de Rogelia: quiso reposar en unas bandejitas muy “xeitosas”, fragmentado y acompañado de “cachelos” y pimientos de Padrón. ¡Qué considerado! ¡Cómo se interesó por agradar nuestras vistas y nuestros paladares!

Rogelia nos dejó hacer, sin prisas, pero no pudimos con “Porquiño”, quien resistió nuestras brutales y caninas embestidas. No obstante, no se quiso quedar en Amil parcialmente y se vino con nosotros en diversos lotes, dignos de cualquier tómbola culinaria.

No me olvido del postre. ¡Sublime! Esa tarta de nueces acompañada de una tulipa rellena de helado y un chupito de macedonia, todo ello presidido por la atenta mirada de un porquiño-gominola rosa.

¡Gracias, Rogelia do Outeiro! ¡Esperamos volver muy pronto, con el “Risitas” a la cabeza!

¡Ñam, ñam!



viernes, 13 de julio de 2012

MANGO CON YOGUR

Foto: Fran Chef
La improvisación a veces da buenos resultados. Es lo que me sucedió a mí con este postre, que resultó ser nutritivo, dulce y refrescante. Y ya veréis que no me hicieron falta más que tres ingredientes.

¡Qué interesante fue saber combinarlos!, pues en múltiples ocasiones tenemos la materia prima delante de nuestros ojos y no nos damos cuenta.
¡Abramos, pues, los ojos!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un mango (fruta, no objeto)  /   Un yogur natural    /   Mermelada de frambuesa

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Pelamos el mango y cortamos rodajas de 2 a 4 mm. Reservamos.

En un cuenco mezclamos bien la mermelada y el yogur. Dependiendo de la intensidad de sabor a frambuesa que queramos, añadiremos más o menos mermelada.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Haremos un montaje estilo milhoja.

Ponemos una base de mando, luego la mezcla del yogur con mermelada y otra superficie de mango. Así hasta alcanzar tres pisos, finalizados con la mezcla de yogur y mermelada.

¡Rico y refrescante!
¡Ñam, ñam!

jueves, 12 de julio de 2012

MINI-PIZZAS CON CALABACÍN

Foto: Fran Chef
¿Os gustan las pizzas, pero no queréis abusar? ¿Os gustan las pizzas pero os llenan mucho por la base de pan que tienen? Nos os preocupéis, llegó la hora del calabacín para resolveros ese problema. ¡Adiós al pan-pizza!... Bueno, la verdad es que estoy siendo un poco injusto con las pizzas de siempre, sin embargo, creo que se puede variar la base de las mismas y eso es lo que he hecho en este plato, introduciendo el calabacín con esa función.

¿Queréis verlo?

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un calabacín de unos 10 cm de diámetro   /   Un tomate    /   Una lata de atún   /  Queso    /   Sal   /   Orégano

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Precalentamos el horno entre 180º y 200º.

Lavamos bien el calabacín y extraemos varias láminas (redondas, cuadradas, triangulares… como queráis, pero no muy grandes), con o sin piel, al gusto. El grosor de las láminas que no exceda más de un centímetro (lo ideal es que 6 ó 7 mm).

Foto: Fran Chef
Las salamos y las colocamos sobre una bandeja de horno o, si no queréis mancharla, sobre una lámina de silicona o papel vegetal. Sobre ellas iremos colocando rodajas de tomate, que yo he optado por pelar. Sobre ella colocaremos el atún y el queso para, por último, condimentarlo con orégano.

Podrían añadirse otros ingredientes para enriquecer las mini-pizzas, como aceitunas o gambas, pero, si no, están muy ricas igualmente.

Introducimos las mini-pizzas en el horno y cuando veamos que ya se está derritiendo el queso, apagamos y retiramos. Como referencia os digo que tienen que quedar con un aspecto similar al de la foto, pues del sabor no os puedo decir más, que están muy ricas.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Con una espátula o paletilla vamos sirviéndonos las mini-pizzas de una en una. Yo les he añadido un poquito de sal maldon para quien le resulte soso o dulce.

Podemos acompañarlas con un vinito tinto o simplemente una cervecita bien fresca.

¡Ñam, ñam!

martes, 10 de julio de 2012

CREMA DE CALABACINES PROPIOS

Foto: Fran Chef
El huerto ya comienza a dar sus frutos y, entre ellos, los primeros calabacines. Los que yo cultivo son los denominados como “de piel de sapo”, esto es, los de color verde.

Como son los primeros, su piel, aunque al tacto parezca dura, al cocinarlos, es perfectamente digerible y no resulta tan tiesa y desagradable como la de las últimas piezas con las que nos deleita su planta. Y digo las últimas, porque en cuanto sale el primer calabacín, aquello parece una máquina expendedora.

Siempre hay días que no sabes que preparar para comer y además el tiempo apremia. Ayer era uno de esos días, pero el calabacín salió a mi rescate. Saltó a mi pensamiento en dos formas distintas: una crema y unas mini-pizzas. Y por si fuera poco, aún improvisé un postrecillo de mango con yogur.

¿La crema…?

¡Ahí os va!

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un litro y medio de agua  /  Un calabacín (o dos sin son pequeños)  /  Cinco zanahorias   /   Dos patatas   /   Una cebolla   /  Cuatro dientes de ajo     /    Un chorro de aceite de oliva virgen extra   /   Sal   /   Pimienta recién molida

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Preparamos una olla con algo más de un litro de agua.

Lavamos bien el calabacín (yo he utilizado uno porque era más grande de lo habitual, y por habitual me refiero a lo que me puedo encontrar en las fruterías habitualmente). Lo cortamos en trozos descartando la parte interior en la que ya se han formado ciertas semillas que podrían resultar desagradables al paladar. Incorporamos a la olla.

Pelamos y lavamos bien las zanahorias, la cebolla,  las patatas y los dientes de ajo. Incorporamos a la olla con un chorro de aceite y un puñado de sal y ponemos todo a fuego alto para que rompa a hervir y se cocinen rápidamente los ingredientes. Retiramos la espuma de las impurezas de las verduras.

Cuando las zanahorias y las patatas estén cocidas, retiramos del fuego y trituramos con la batidora. Evitaremos que nos queden tropezones de las verduras y, en cambio, nos fijaremos que la crema esté teñida de pintitas verdes, de la piel del calabacín, que le darán un toque identificativo. Corregimos de sal y añadimos un poco de pimienta negra recién molida.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

En un plato hondo o en un cuenco, según el hambre que tengáis, servimos una buena dosis de crema. A mí me gusta comerla bien caliente, pero, para los que no, podéis ir sirviendo el pan, pues, sin duda, esta crema lo pide a gritos.

¡Ñam, ñam!

ROLLO DE JAMÓN Y QUESO


Foto: Fran Chef
Me gustan mucho los brazos de gitano, en especial los que hace nuestra tía Gloria. ¡Riquísimos! Sin embargo, últimamente he llegado a descubrir que no solamente puedo disfrutarlos dulces, exclusivamente para postre, sino que también puedo hacerlo si son, no tan dulces, para tapeo o como aperitivo.

¿Lo vemos?

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Rebanadas de mal de molde sin corteza   /   Jamón cocido   /   Queso fresco   /   Queso en lonchas   /     Pimientos rojos asados    /   Pepinillos  

Nos hace falta, también, papel de aluminio y un rodillo de madera

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Sobre una base de papel de aluminio colocamos ligeramente superpuestas dos hileras de rebanadas de pan, creando una base rectangular. Para que se fusionen todas las piezas en una sola, les pasamos el rodillo.

Sobre la base de pan iremos untando una ligera cantidad de queso fresco que nos ayudará para fijar los ingredientes del relleno (a quienes os guste más la mantequilla, ya sabéis). Comenzamos colocando varias lonchas de jamón cocido, de manera que cubramos toda la superficie excepto los lados cortos y uno de los lados largos, en los que dejaremos el margen sin cubrir. Lo haremos así, para que lo ingredientes del relleno no sobresalgan en demasía.

A continuación colocamos varias lonchas de queso, los pimientos rojos asados (sin pepitas) y una hilera de pepinillos sobre la base de pan.

El siguiente paso es el más complicado, pero si tenéis paciencia y un poco de maña no tendréis problema. Aprovechando el papel de aluminio, del que iremos tirando hacia nosotros lentamente, comenzamos a enrollar hasta llegar al final. Envolvemos todo con el papel de aluminio, hacemos un caramelo gigante compactándolo lo máximo posible pero sin romperlo y ¡al frigorífico, un par de horas mínimo!

Foto: Fran Chef

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Tras el tiempo de reposo, desembalamos el rollo, le cortamos los extremos que no lucen mucho y además están menos rellenos, y procedemos al rebanado en distintas porciones.

Yo he optado por cortar todo el rollo y disponerlo en una fuente larga dejando caer unas porciones sobre otras en un claro efecto de dominó.

¿Qué os parece? ¿Os entra por el ojillo o no? A mí, sí… ¡y por la boca también!

¡Ñam, ñam!

jueves, 5 de julio de 2012

ENSALADA "SIMPLIGERA"

“¡Hay que comer sano! ¡No hay que atiborrarse!” Sí, es muy fácil decirlo, pero cuando llega el fin de semana, las fiestas gastronómicas, la juerga… uno no puede evitarlo y se deja llevar. Bien. Pues, si quiero disfrutar por un lado, tendré que renunciar por otro. Durante la semana hay que darle a las ensaladas.

Aquí os presento la receta de ensalada a la que más recurro. La he bautizado como simpligera porque es simple y ligera, ¿verdad?

Os explico…
Foto: Fran Chef

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Rebanadas de pan de molde de cereales   /   Una buena lechuga verde riza   /  Un tomate maduro, duro    /   Un par de zanahorias   /   Una loncha de queso tierno de medio centímetro    /    Una loncha de fiambre de pechuga de pavo, también de medio centímetro   /    Aceitunas verdes sin hueso (para no romper dientes)    /    Unas nueces peladas    /    Aceite de oliva virgen extra     /    Sal   (opcional)    /    Vinagre   (opcional)

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Si disfrutamos del sabor del pan de molde con cereales podemos obviar el tostarlo; en caso, contrario, adelante con el tueste.

Lavamos y escurrimos bien la lechuga para luego cortarla en juliana. Reservamos. Pelamos el tomate y lo rebanamos en lonchas finas de entre 2 y 5 mm. Reservamos. Pelamos, también, las zanahorias y las cortamos en juliana formando bastoncitos de 3 o 4 cm de longitud (al gusto). Del mismo tamaño picamos la loncha de queso y de pavo, respectivamente. Reservamos.

Por último, pelamos las nueces (si no las tuviésemos peladas) y escurrimos las aceitunas verdes sin hueso (para quienes las prefieran negras, pues negras).

Ya veis que el orden puede variar, ¡mientras reservemos…!

Vamos, pues, a darle forma al asunto.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Sobre un plato amplio colocamos centrada la rebanada de pan de molde (yo he optado por tostarla un pelín). En sus vértices colocamos, haciendo coincidir con el centro de su circunferencia, las rodajas de tomate (bien, ya sé, aunque varíe la cosa un poco no pasa nada). A continuación, y en los extremos, situamos dos hileras de lechuga en juliana, medio tapando los tomates. Sobre todo ello iremos colocando capas de pechuga de pavo, queso, zanahoria, nueces y aceitunas.

Todo ello lo regamos con aceite de oliva virgen extra. A mí me encanta su sabor y por eso no le añado ni sal ni vinagre. Al que le resulte insípido sin estos dos últimos ingredientes, deberá ajustar su dosificación al paladar.

¡Buen provecho!
¡Ñam, ñam!

martes, 3 de julio de 2012

MI TOSTA DE JAMÓN

Foto: Fran Chef
Sí, ya lo sé, que el pan tumaca no es así… Ya sé, que le sobran cosas… Pero es que yo no quería hacer pan tumaca, que me apetecía un bocadillo de jamón, pero entre unas cosas y otras, me decidí por esta combinación.

¿Queréis probar? Pues poneros a ello.

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Una buena barra de pan con poca miga y bien tostadita  /  Un tomate maduro, pero no muy pasado    /   Unas lonchitas de jamón    /   Queso fresco   /   Nueces   /   Perejil   /   Aceite de albahaca   /     Reducción de vinagre de Módena   /   Sal  (opcional)

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

La barra de la que disponemos es bastante plana, pues no tiene casi miga. Por otra parte, está bastante tostada, lo que nos ahorra tener que pasarla por la plancha o por la tostadora. La cortamos en rebanadas de 6 cm de ancho y éstas a la mitad. Reservamos.

El aceite de albahaca lo podéis hacer vosotros mismos: a 10 o 15 cl de aceite de oliva le añadís un puñado de hojas de albahaca y trituráis todo con la batidora. Os quedará un aceite de tono verdoso y de aroma inconfundible; ¡del sabor, no os digo nada!

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

Este montadito o tosta o como lo querráis llamar tiene su clave en el montaje del mismo. Para ello, sobre una base de pan colocamos el tomate cortado finamente y, sobre él, una buena loncha -o lonchas- de jamón. Yo no le he añadido sal a los tomates porque el jamón ya se lo aportaba, pero sí os gusta, podéis darle un toque de sal.

Continúo. A la “torre” le aumentamos un piso con una bolita de queso fresco que remataremos con media nuez.

Foto: Fran Chef
Para aliñar no nos queda más que añadir un poco de perejil picado y regar con el aceite de albahaca y la reducción de vinagre de Módena.

Y ¡listo! ¡a comer, picar, cena, papar, cenar o lo que queráis!

Con este pincho podéis tomaros unas cervecitas con vuestros invitados mientras charláis o, como sucedió el domingo, veis el partido de la Roja.

¡Ñam, ñam!

lunes, 2 de julio de 2012

CREMA DE ESPÁRRAGOS VECINOS

El vivir en el campo no tiene precio. Y si tienes unos buenos vecinos…, no os digo nada. A José Antonio ya puedo considerarlo como mi principal surtidor de espárragos. Esta temporada la climatología les ha beneficiado mucho y es por ello que se merecen varias recetas en este rinconcillo culinario. Se trata de unos espárragos blancos con tintes rosáceos y verdosos, una exquisitez para la vista y el paladar.

¿Qué hacer con un ramillete que nos acaba de traer José Antonio? La climatología me ayudó a decidirme, pero también el libro de recetas de Cociña caseira galega de Nieves Ferós: una cremita, calentita, pero muy  hidratante. Y bien que me va a venir para recuperar fluidos tras haber donado casi medio litro de sangre este sábado.
Foto: Fran Chef

INGREDIENTES /  MATERIA PRIMA

Un ramillete de media docena de espárragos blancos  /  Media docena de zanahorias  /  Un litro de agua (si no la quieres muy espesa, medio litro más)   /  Dos patatas   /   Una cebolla   /  Medio limón   /  Un chorro de aceite de oliva virgen extra   /  Un corro de leche  /   Sal   /  Pimienta

ELABORACIÓN   /   MANOS A LA OBRA

Lavamos y pelamos los espárragos, las zanahorias, las patatas y la cebolla, además de lavar la piel del medio limón. Cuando lo tengamos todo bien dispuesto, y mientras ponemos el agua en una olla alta con un poco de sal, procedemos a picar en dados los espárragos –de los que reservaremos las puntas-, las zanahorias, las patatas y la cebolla. Lo ponemos todo a cocer a fuego medio/alto, con el medio limón para que los espárragos no se oxiden y adquieran un feo color oscuro.

Cuando las verduras rompan a hervir, colocamos un colador sobre la olla y en ella las puntas de los espárragos con el fin de que se cocinen al vapor.

Cocidas las verduras y retirado el colador con las puntas de los espárragos ya cocidas, extraemos el medio limón y le pasamos la batidora al caldo con las verduras. Una vez triturado todo, le añadimos un chorro de aceite de oliva virgen extra y otro chorro de leche, rectificamos de sal y le añadimos pimienta negra molida. Dejamos al fuego un par de minutos más y probamos para confirmar que está exquisita.

PRESENTACIÓN   /   PARA LA FOTO

En un cuenco o en un plato hondo servimos una buena ración de crema. Adornamos la ración con unos biscotes y sobre ellos las puntas de los espárragos.

¡Ñam, ñam!