miércoles, 27 de julio de 2016

FLANES DE MELOCOTÓN Y HUEVO

¡Hola de nuevo!

Me han preguntado en varias ocasiones si esta receta se elabora con melocotones naturales o en almíbar. Yo he optado por los naturales. Os tengo que confesar que son unos flanes ligeros y deliciosos, en los que descubriréis una amalgama de contrastes a la hora de paladearlos. Como os habréis dado cuenta, los he elaborado en recipientes individuales porque me resulta más práctico y me gusta más su presentación. Dependiendo del tamaño de vuestras flaneras, os saldrá mayor o menor cantidad de unidades.

INGREDIENTES   /   MATERIA PRIMA

½ kilo de melocotones  /  leche desnatada  /  200 ml de nata líquida baja en grasa  /  4 huevos  /  miel  /  leche condensada  /  agua (para el baño maría)

ELABORACIÓN   /    MANOS A LA OBRA

Comenzaremos precalentando el horno a 170 grados en la función de “pastel”.

Mientras, preparamos las flaneras, echando en el fondo una cucharada de postre de miel en cada una.

Pelamos los melocotones, les quitamos la pepita y picamos en daditos. Los incorporamos al recipiente en el que luego trituraremos con la batidora de brazo. Sobre los melocotones añadimos la nata, un poco más de medio vaso de leche, una cucharada sopera de miel, dos cucharadas de leche condensada y, por último, cuatro huevos. Trituramos todo y rellenamos las flaneras, que iremos situando en una bandeja honda rellena de agua (para el baño maría). A mí me han salido sobre 8 o 10 flanes, pero, como os he dicho, depende del tamaño de las flaneras.

Introducimos en el horno y dejamos cocinar durante 35 a 45 minutos. Ya veis vosotros. ¡No os asustéis si veis que los flanes aumentan y parece que van a desbordar de sus recipientes! Cuando veáis que ya están, los sacáis del horno y de la bandeja, dejándolos enfriar a temperatura ambiente. Luego, al frigorífico, y al día siguiente: ¡a desmoldar y disfrutar!

PRESENTACIÓN    /    PARA LA FOTO

Estos flanes podéis degustarlos solos o acompañarlos con trocitos de melocotón, nata montada o algún fruto rojo o seco. Vosotros elegís. A mí me ha bastado degustarlos solos, para poder paladear su sabor a melocotón en contraste con el huevo y la miel.

¡Ñam, ñam!