martes, 19 de noviembre de 2013

TOSTA DE POLLO EN ESCABECHE

Fotos: Fran Chef
Estoy acostumbrado a disfrutar de las conservas, desde las típicas de sardinas, pasando por las zamburiñas, hasta las de mejillones; ésta últimas, me chiflan. Y, durante la degustación de unos mejillones en escabeche, fue cuando recordé que el escabeche es una forma de conserva tradicional que se puede aplicar también a otros ingredientes más allá de los pescados y mariscos. Por eso, el otro día decidí aplicárselo a un pechuga de pollo. ¿El resultado? Esta tosta que aquí os presento.


INGREDIENTES    /    MATERIA PRIMA

Pechuga de pollo cocida o asada  /   Aceite de oliva virgen  / Sal / Laurel /   Vino blanco  /  Vinagre de Jérez   /    Piel de naranja  /   Cebolla  /    Ajo   /  Pimienta negra recién molida   /   Nuez moscada   /   Pimentón dulce   /   Pan de molde de cereales   /   Queso curado

ELABORACIÓN    /    MANOS A LA OBRA

Vamos a comenzar troceando la pechuga de pollo, eliminando pieles y huesos. La reservamos.

 
A continuación, prepararemos el escabeche. En un cazo, echamos un poco más de cantidad de aceite que una mezcla a partes iguales de vinagre y vino blanco; añadimos una o dos hojas de laurel, un poco de piel de naranja, un diente de ajo picado en láminas y media cebolla en juliana. Ponemos a fuego medio y dejamos que cocine, por lo menos hasta que la cebolla comience a transparentar. Cuando esto ocurra, añadimos un poco de pimienta negra y de nuez moscada, removemos y retiramos del fuego. Cuando haya atemperado un poco, echamos un cucharilla de café de pimientón y volvemos a mezclar. Por último, incorporamos el pollo, mezclamos bien, dejamos enfriar de todo y a la nevera de un día para otro.

Al día siguiente, preparamos las tostas de pan de molde de cereales (yo he utilizado el de centeno con pipas de girasol), que cortaremos en las porciones del tamaño que más nos guste.
 
PRESENTACIÓN    /   PARA LA FOTO

En un fuente o plato llano y blanco, colocaremos porciones de pan y sobre ellas un poco de pollo escabechado. Encima de ellos podemos añadir unas lascas de queso curado. Adornamos el plato con el laurel y la piel de naranja.
 
¡Ñam, ñam!

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