La carne de cerdo es una carne blanca muy sana y saludable si no abusamos de ella. Una de las piezas más sabrosas es el solomillo, que, además, nos permite realizar múltiples recetas con variar su adobo, marinado o salsa. Por eso, hoy os traigo simplemente un solomillo a la plancha acompañado de un rico repollo para que apreciéis la facilidad con la que se prepara y que con sólo un poco de sal y pimienta resulta exquisito.
Foto: Fran Chef |
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Solomillo de cerdo / Aceite de oliva virgen extra / Sal / Pimienta / Repollo blanco / Patatas / Agua
ELABORACIÓN / MANOS A LA OBRA
Limpiamos bien el solomillo de grasas y pieles. Lo cortamos en lonchas gruesas de un par de centímentros y le echamos un casi nada de sal fina. Reservamos.
Ponemos en una olla con agua y sal. En ella ponemos a cocer -mondadas, lavadas y cortadas por la mitad- unas patatas. Echamos unas gotas de aceite. Mientras esperamos a que rompan a hervir, lavamos el repollo y lo cortamos muy poco. En cuanto hiervan las patatas, incorporamos el repollo. Dejamos que cueza todo hasta que estén las patatas.
Preparamos la plancha o sartén antiadherente con un mínimo chorro de aceite sobre un fuego medio-alto. Comenzamos a planchar la carne. Veremos que empieza a soltar su jugo. Volteamos un par de veces e iremos viendo como el jugo se va sumiendo. Cuando veamos el solomillo cocinado al gusto, lo retiramos y lo salpimentamos.
PRESENTACIÓN / PARA LA FOTO
Sobre el plato colocamos los medallones de solomillo cual fichas de dominó caídas. Acompañamos con el repollo y unas patatas, que podremos rociar con aceite de oliva virgen extra. Yo, como tenía un poco de salsa chimichurri, aderecé el solomillo con ella.
¡Ñam, ñam!
No hay comentarios:
Publicar un comentario