Tomar algo frío a estas alturas del año puede resultar todavía apetitoso y, sobretodo, si se trata de una buena ensalada. Os propongo, en esta ocasión, una combinación muy tradicional, adornada con sésamo y granada. Si estáis a dieta, os vendrá muy bien porque sacia pero se digiere muy bien.
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Lechuga / Canónigos / Rúcula / Jamón serrano / Piña natural o de lata en su jugo / Semillas de granada / Semillas de sésamo / Aceite de oliva virgen extra / Vinagre de manzana
ELABORACIÓN / MANOS A LA OBRA
Para este plato tan sencillo, lavaremos y escurriremos bien la lechuga. Los canónigos y la rúcula ya tendremos embolsada, previniendo que sus hojas estén en buen estado (no aplastadas y con mal aspecto).
Cortamos la piña en rodajas, las pelamos, desechamos el tronco y cortamos en dados. Cortamos también el jamón serrano, que debe estar bien curado. Desgranamos la granada y reservamos.
Preparamos la vinagreta emulsionando el aceite y el vinagre de manzana.
PRESENTACIÓN / PARA LA FOTO
Montamos el plato o la ensaladera del siguiente modo: primero colocaremos la lechuga, sobre la cual incorporamos los canónigos y la rúcula; incorporamos el jamón en lascas, la piña y las semillas de granada. Regamos con la vinagreta y finalizamos con unas semillas de sésamo.
¡Ñam, ñam!
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