Foto: Fran Chef |
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Dos lubinas fileteadas /
Aceite de oliva virgen extra
/ Vino blanco albariño /
Sal / Cebolla
/ Zanahoria /
Pimiento rojo / Pimiento verde /
Albahaca en especia / Ajo
/ Grelos
ELABORACIÓN /
MANOS A LA OBRA
Las lubinas ya están listas para
cocinar, fileteadas y limpias (en la pescadería me han recomendado que no las
lave al llegar a casa porque perderían calidad). Por lo tanto, sólo me queda
prepararle el aderezo con el que las introduciré en el horno, que estará
previamente encendido a una temperatura de 180º, con calor por arriba y por
abajo.
Procedamos. Disponemos una fuente
o bandeja para horno en la que podamos introducir las dos lubinas abiertas sin
problema de espacio. Pelamos la cebolla y la zanahoria. La cebolla la cortamos
en juliana y, con las manos, la esparcimos por el fondo de la fuente,
cubriéndola totalmente. Sobre ella colocaremos láminas de zanahoria de uno o
dos milímetros de grosor cortadas en sentido oblicuo. Será, entonces, el
momento de colocar las cuatro media lubina sobre esta cama con la piel hacia
abajo. Salamos y espolvoreamos con albahaca. Luego pelamos un par de dientes de
ajo y, fileteados, los vamos colocando sobre los filetes de lubina, junto con
el pimiento rojo y verde cortado en juliana.
Solamente nos queda regar todo
con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y medio vaso de vino
albariño. Introducimos a media altura en el horno y dejamos que el pescado se
vaya cocinando alrededor de 30 o 40 minutos hasta que veamos que las tiras de
pimiento estén cocinadas.
Para acompañar este pescado,
además de la guarnición que suponen las verduras con las que lo cocinamos, he
cocido unos grelos –previamente lavados- en un poco de agua con sal durante 10
minutos. Pasado este tiempo le he escurrido el agua y los he reservado. A estos
grelos los regaré con una ajada: ponemos al fuego y en una sartén pequeña un
chorro de aceite y cuando esté caliente la retiramos y le añadimos un diente de
ajo laminado finamente para que se formen unas “chips” de ajo doraditas.
PRESENTACIÓN /
PARA LA FOTO
Disponemos en un plato blanco –la
vajilla blanca es la mejor- media lubina con sus verduritas y a su lado, en un
cilindro metálico, unos pocos grelos bien prensados que regaremos con la ajada.
¡Exquisito!
¡Ñam, ñam!
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