El fiambre es un recurso muy empleado en nuestras cenas como relleno de bocadillos y sandwichs, pero también en ensaladas. A mí me gusta mucho el fiambre de pechuga de pavo y a menudo lo incluyo en mis ensaladas. Hoy os propongo una, pero hay múltiples variantes.
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Lechuga
/ Fiambre de pavo /
Aceitunas negras sin hueso
/ Queso fresco de cabra /
Tomatitos Cherry / Aguacate
/ Zumo de limón /
Aceite de oliva virgen extra
/ Vinagre /
Miel / Mostaza
/ Albahaca seca en especia /
Maíz tostado crujiente
ELABORACIÓN / MANOS A LA OBRA
Comenzamos lavando y secando bien la lechuga. A
continuación, la troceamos a nuestro gusto y la colocamos ya en el plato o
fuente donde la vayamos a servir. Sobre ella iremos colocando trozos de fiambre
de pavo, cortados a partir de una loncha gruesa, del tamaño de unos pequeños
bastoncitos. Añadimos un poco de queso de cabra fresco algo deshecho, unos
tomatitos cherry cortados por la mitad o en cuartos y unos datos de aguacate,
que previamente habremos rociado con un poco de zumo de limón para que no se
oxiden, y unas aceitunas negras sin hueso. Mezclamos bien todos los ingredientes
con la lechuga y nos disponemos a preparar el aliño.
Rociaremos nuestra ensalada con una mezcla que le
dará un toque jugoso y crujiente. Para ello, en un bol, machamos un poco de
maíz crujiente (kikos) y sobre ellos echaremos un poco de aceite de oliva
virgen extra, una cucharadita de mostaza y otra de miel, un chorrillo un poco
de vinagre (sin pasarse, pues la mostaza ya aporta sabor intenso) y un poco de
albahaca en especia. Mezclamos bien nuestro aliño y ya estará listo para su
incorporación a la ensalada.
PRESENTACIÓN / PARA LA FOTO
Podemos aliñar la ensalada en una fuente o que cada
uno se sirva en su plato y la aliñe a su gusto. Yo opto mejor por la segunda
opción, pues lo paladares son muy distintos. Espero que disfrutéis de esta rica
y sencilla ensalada.
¡Ñam, ñam!
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