Foto: Fran Chef |
El pescado a la plancha es uno de
los alimentos más sanos que se pueden consumir. Además, también resulta muy
sencillo de preparar, pues sólo es cuestión de disponer de una buena materia
prima y de un buen instrumental culinario, y, en este caso, me refiero a una
buena plancha que evite que se nos peguen los alimentos. El pescado que integra
esta receta se presta mucho a ser cocinado a la plancha y para que no se
sintiese solo, lo hemos acompañado de unos espárragos trigueros.
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Lubina
/ Aceite de oliva virgen extra / Sal / Espárragos
trigueros
ELABORACIÓN /
MANOS A LA OBRA
Habremos adquirido en nuestra
pescadería habitual una lubina fileteada, esto es, abierta. Por recomendación
del pescadero, es mejor que cuando vayamos a prepararla no la lavemos, pues
perderá buena parte de sus propiedades.
Preparamos la plancha, la ponemos
al fuego y le echamos dos cucharadas soperas de aceite. Cuando comience a estar
caliente, será el momento de introducir las dos mitades de la lubina.
Aprovechamos para salar (si se quiere incluir algún otro condimento, adelante,
pero hoy la he preferido al natural). Dejamos que se tueste un poco por los
bordes, que se perciba un tueste doradito. Cuando veamos que ya está lista,
retiramos.
Aprovechamos la plancha para
saltear, durante unos minutos, varios espárragos trigueros abiertos por la
mitad, procediendo de la misma manera que en el caso del pescado. Retiramos y
los utilizamos como guarnición para la lubina.
PRESENTACIÓN /
PARA LA FOTO
En un plato o fuente blanca (ya
sabéis que a mí me encantan las vajillas de este color, pues luce más la
presentación de las recetas), colocamos media lubina y sobre una parte de ella
situamos un puñado de espárragos trigueros ligeramente tostaditos y crujientes.
¡Ñam, ñam!
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