Hoy me ha dado un ataque de nostalgia por el cual he recordado una de las
cenas más ricas y reconstituyentes que nos preparaban cuando éramos niños
después de un día de no parar y no parar. Se trata de la tortilla de pan con
vino (a mí me gustaba mucho, con vino tinto, así que esa es de la que os voy a
hablar). Como hoy en día sería una bomba comérmela toda, he decidido prepararla
a modo de pincho, postre o como bocado degutación. Veamos, pues.
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Pan artesano de días atrás / Leche
/ 3 huevos / Un buen chorro de vino tinto (yo, como siempre, elijo el Barrantes) /
Azúcar / Miel / Aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN /
MANOS A LA OBRA
Si queremos comerla inmediatamente, os recomiendo que dejéis que se temple. Si no, esperad a que enfríe para dar tiempo a que el azúcar penetre en la tortilla.
PRESENTACIÓN /
PARA LA FOTO
Yo he optado por dejar que se enfríe la tortilla y la he cortado en cubos. Os recomiendo que pongáis uno o varios cubos en una fuente o plato y los rociéis con miel, está de muerte. ¡Que aproveche!
¡Ñam, ñam!
Soy s. c. p. esta tortilla nos la hacia mi madre cuando nos quedaba el pan atrasado y, era una muy parecida a la que aquí se detalla sin la leche, estaba muy buena, me recuerda.
ResponderEliminarSoy s. c. p. esta tortilla nos la hacia mi madre cuando nos quedaba el pan atrasado y, era una muy parecida a la que aquí se detalla sin la leche, estaba muy buena, me recuerda.
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