La acelga es una verdura un poco insípida que suele emplearse en las cremas de verduras para darles una tonalidad y espesura muy característica. No obstante, se puede utilizar en otras recetas desempeñando funciones realmente curiosas, como lo que hoy aquí os presento. ¡Al loro!
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Hojas de acelga con sus pencas (tallos) / Pechuga de pavo en lonchas / Queso en lonchas / Harina / Huevo / Aceite de oliva / Agua / Sal
ELABORACIÓN / MANOS A LA OBRA
Lo primero que haremos será lavar bien las hojas de acelga y quitarles, como si las quisiésemos pelar, desde la penca, una especie de película fina que sería muy desagradable encontrar en algún bocado. Una vez limpias, separamos las pencas de las hojas y las ponemos a cocer en un cazo con agua y sal durante no más de 10 minutos. Una vez cocidas, las reservamos y escurrimos, y en el mismo agua, escaldamos durante 2 ó 3 minutos las hojas sin romperlas, que también reservaremos.
Las pencas las cortaremos en dos mitades iguales y, del mismo tamaño, cortaremos trozos de loncha de pechuga de pavo y de queso. De este modo montaremos nuestros San Jacobos: primero una porción de penca, luego de pavo y queso y terminamos con otra de penca. Echamos un poco de pimienta molida. A continuación, envolvemos y hacemos un paquetito con la hoja de acelga y rebozamos con harina y huevo batido, friéndolo en una sartén con aceite. Doramos por ambos lados y retiramos a un papel absorbente. ¡Listo!
PRESENTACIÓN / PARA LA FOTO
En un plato colocamos nuestro San Jacobo de acelga y si queremos lo partimos por la mitad para ver como ha fundido el queso. Podemos acompañar con un poco de mermelada o salsa de tomate casera.
¡Ñam, ñam!
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