Os propongo hoy una tosta hecha con
productos básicos cuya combinación tienen como resultado un
aperitivo, comida, merienda o cena muy jugoso. Con chorizo del
pueblo, unas rebanas de pan de pueblo, unas espinacas frescas
cultivadas en el pueblo, unos piñones de los pinos que están en los
montes del pueblo y un queso hecho con leche de vaca en el pueblo,
prepararemos esta tosta muy popular o pueblerina. Os recuerdo que
siempre podéis hacer sustituciones en los ingredientes por otros
semejantes, lo digo por si queréis cambiar las espinacas por otra
verdura o los piñones por nueces o almendras, por ejemplo. Las
recetas nunca deben ser cerradas.
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Rebanadas de pan / Espinacas
frescas / Piñones / Chorizo / Queso fresco de vaca /
Aceite de oliva virgen extra / Sal
ELABORACIÓN / MANOS A LA OBRA
Cortamos el pan en rebanadas de un
centímetro de grosor y les damos un golpe de calor, bien en el horno
o bien en una plancha o sartén antiadherente. Reservamos.
En una sartén tostamos un poco lo
piñones y luego añadimos un chorizo sin tripa cortado en rodajas
(si se nos deshace no pasa nada, casi mejor). Dejamos que se vaya
pasando al tiempo que va soltando su grasilla. A continuación
añadimos unos buenos puñados de espinacas que, aunque en principio
puedan tener mucho volumen, luego van a verlo reducido claramente.
Podemos corregir de sal para luego finalizar poniendo tantas
porciones de queso fresco como comensales sobre las espinacas en la
sartén. En cuanto comiencen a deterrirse, se pondrán sobre cada
tosta de pan, completando con espinacas, chorizo y piñones.
PRESENTACIÓN / PARA LA FOTO
Servimos caliente o templada y rociamos
con un poquito de aceite de oliva virgen extra. Una tosta digna de un
buen vino.
¡Ñam, ñam!
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