Foto: Fran Chef |
INGREDIENTES / MATERIA PRIMA
Ciruelas claudias / Agua
/ Azúcar
ELABORACIÓN / MANOS A LA OBRA
Lavamos bien las ciruelas y les quitamos el rabito. Les
retiramos el hueso y las cortamos lo mejor que podamos. Es importante que se
incluya la piel, pues aportará densidad y cuerpo a la mermelada. Las ponemos en
un caso con un par de cucharadas de agua. Dejamos que rompa a hervir, espumamos
y bajamos el fuego. Removemos con una cuchara de palo y dejamos que vaya
reduciendo. Pasados unos 10 o 15 minutos desde que rompiese a hervir, será el
momento de añadir el azúcar. La cantidad, la que queráis, pues tenéis que tener
en cuenta que la fruta ya tiene el suyo. Removéis y os daréis cuenta que se irá
caramelizando el azúcar y dándole un toque más oscuro a la mermelada. Apagamos
después de otros 15 minutos y dejamos reposar.
Una vez que haya enfriado, o al día siguiente, volvéis a
poner el cazo al fuego y repetimos la operación de remover sin que se nos
pegue. Cuando veáis que está de vuestro gusto, apagáis y dejáis enfriar. Tened
en cuenta que al enfriar la mermelada espesará un poco más de lo que pareciera
cuando la estéis calentando.
PRESENTACIÓN / PARA LA FOTO
En un tarro o pequeño bol, podéis almacenar o degustar y
servir esta estupenda mermelada casera. Os la recomiendo. Si no es este verano,
para el próximo.
¡Ñam, ñam!
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