“Aquí te pincho, aquí te papo”. Eso fue lo que les dijimos mi bien amada Susana y yo a los montaditos que acababa de prepararle de cena, así, como quien no quiere la cosa, de sorpresilla. ¡Y vaya si la sorprendí, pues no quedó ni una de las ocho que preparé!
¿Queréis saber
el qué y el cómo? Pues, allá va.
Foto: Fran Chef |
INGREDIENTES
/ MATERIA PRIMA
Un bote de
melocotones en almíbar (alrededor de 8 mitades)
/ Medio solomillo de cerdo / Una
barra de pan (de la que compréis habitualmente) /
Una cebolla o cebolla y media (dependiendo del tamaño) / 100
ó 150 g .
de queso en lonchas / Sal
/ Palillos (la madera, da igual)
ELABORACIÓN /
MANOS A LA OBRA
Cortamos la
barra de pan en rebanadas de 6
cm de ancho y éstas a la mitad. Si queremos podemos
tostarlas un casi nada en la sartén o en una plancha.
Abrimos la
lata de melocotones y escurrimos los mismos en un colador o escurridor; que
suelten lo máximo posible de almíbar. Los dejamos escurriendo. Mientras,
pelamos la cebolla, la cortamos en juliana y la introducimos en un cazo,
preferentemente de acero inoxidable. Pochamos la cebolla a fuego lento,
revolviéndola constantemente para evitar que se queme al tiempo que conseguimos
que se vaya dorando y caramelizando. Si queremos, podemos añadirle una
cucharilla de azúcar. Una vez que la tengamos caramelizada, reservamos.
El medio
solomillo lo tendremos cortado en rodajas de 1 o 2 cm , al gusto. En una sartén
o plancha antiadherente las pasamos vuelta y vuelta. A medida que las retiramos
les vamos echando sal gorda o sal maldon. Reservamos.
Foto: Fran Chef |
Ya tenemos
todo listo para el montaje previo a su paso por el horno para gratinar.
PRESENTACIÓN /
PARA LA FOTO
Ponemos como
base una porción de pan y sobre ella una o dos lonchas de solomillo. Cogemos un
medio melocotón y lo rellenamos de cebolla caramelizada en su parte cóncava; la
ponemos sobre el solomillo y sujetamos todo con un palillo. Encima colocamos
medias lonchas de queso dobladas e introducimos al horno para gratinar. Para
no correr el riesgo de que las puntas de los palillos se ennegrezcan, las
tapamos con papel de aluminio. Cuando veamos que el queso se ha fundido,
retiramos del horno.
¡Cómo nos
hemos puesto Susana y yo!
¡Ñam, ñam!
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